El 'Amancio Ortega chino' que amenaza con convertirse en el rey de la moda

Xu prepara el salto a la bolsa estadounidense de la empresa, cuyo valor ronda los aproximadamente 90.000 millones de dólares (82.000 millones de euros), aunque en una ronda de recaudación llevada a cabo en abril del pasado año fue 'tasada' en casi 100.000 millones.

Las compañías de corte tecnológico -Shein lo es en buena medida- han sufrido una depreciación en los últimos tiempos, aunque los bancos de inversión y los fondos -como el soberano de Abu Dhabi (Mubadala) o el de capital riesgo Sequoia China- lo apuestan todo al gigante chino.

Este hito empresarial llenará aún más los bolsillos de Xu, que posee un patrimonio estimado de unos 10.200 millones de euros. No será fácil saber cómo empleará ese dinero Xu, un tipo enigmático que podría pasar desapercibido en las propias oficinas de Shein, y dueño de una biografía llena de sombras difícil de iluminar. Se sabe que vive en Singarpur, que no habla inglés y que le gusta jugar al golf en compañía de otros empresarios chinos. Y no mucho más.

De entrada, su nombre real es Xy Yangtian, aunque fuera de China se le empezó a conocer como Chris Xu. Y desde hace dos años es Sky Xu. Nadie es capaz asegurar al cien por cien dónde nació. 'Oficialmente' -y eso dicen los portavoces de Shein- vino al mundo hace 39 años en Shandong, situada en el este de China. Sin embargo, el periódico británico 'The Guardian' sostiene, a raíz de una investigación sobre el personaje, que se trata de un ciudadano chino-estadounidense.

Al parecer Xu es, como Amancio Ortega, el prototípico empresario forjado a sí mismo. Nació, o eso se cree, en una familia muy humilde. Tampoco está claro dónde estudió, si en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Qingdao, o en la George Washington de Estados Unidos. Xu parecía tener claro por dónde iba a transcurrir su carrera de empresario. Al menos, en parte. Su primera empresa fue, como lo sigue siendo ahora, un comercio 'online'. La creó en 2008 con el nombre de ZZKKO. Aunque sabía el 'cómo' vender, aún no tenía muy bien definido el 'qué'. En un principio comerciaba con casi cualquier producto, como otro Amazon o AliExpress.

Sabía, eso sí, que el éxito del negocio radicaba en contratar a pequeños proveedores y satisfacer, de manera lo más inmediata posible, las pulsiones consumistas de los clientes. En vender mucho, rápido, y con escaso margen de beneficio. La arquitectura del negocio se basaba, además, en un potente motor de búsqueda y en la capacidad de Xu de manejar el SEO.

En 2011 funda Sheinside, empresa minorista de vestidos de novia a través de internet, y el embrión del actual Shein, constituido en 2015. Se llevó la empresa desde Nanjing a Guangzhou, y allí tendría lugar la consolidación del negocio tal y como se entiende hoy.

En primer lugar, rodeándose de un equipo de jóvenes expertos en internet capaces de detectar las últimas tendencias en el mundo de la moda. Y en segundo, explotando todas las opciones de internet, por medio de publicidad, pero también con una enorme red de 'influencers' omnipresentes en las principales redes sociales. Así se forjó Shein, un imperio con presencia en 150 países, que factura por encima de los 22.000 millones de euros y cuenta con más de 10.000 trabajadores.