La riada que no pudo con la buena energía de la marca cántabra Anabel Lee

Anabel Lee se ha convertido en una de las marcas más apoyadas y queridas en nuestro país. Han pasado ya unos cuantos años cuando surgió la firma de la mano (y nunca mejor dicho) de Anabel Ortiz, Licenciada en Bellas Artes, y Aurora Ortiz, ex-deportista Profesional y Diplomada en Turismo y Administración de Empresas. La fusión perfecta de estas dos hermanas de Colindres hizo que de pintar prendas como una experiencia crecieran y crecieran. Tal fue el éxito que decidieron llevar el talento de una de ellas más allá y emprender una marca con identidad propia.

«Llevaba ilustrando toda la vida, haciendo exposiciones y colaborando con publicaciones y mostrando mis ilustraciones en libros infantiles y de texto, pero Aurora fue la impulsora de dar un empujón a todo ese talento para darlo a conocer. Por lo que me propuso comenzar un proyecto nuevo juntas», explica la artista. No tardaron mucho para enamorar a las personas con sus ilustraciones y diseños. Tenían clara su filosofía de marca, «crear ilusión para inspirar sentimientos», recuerda la diseñadora. Así, buscaba detrás de cada ilustración contar una historia, un trasfondo, que no fuera un simple dibujo, yendo más allá y junto a frases positivas, motivar y resignificar el valor emocional de cada producto, cuidando cada detalle, como ellas afirman: «diseñado todo con el corazón…».

Sus primeros clientes fueron sus amigos y familia, comenzaron presentándose en mercados alternativos como Escenario Market, en Santander, donde compartieron su primer stand. No tardarn en dar a conocer más su marca y abrieron las redes sociales, donde hoy suman más de 130.000 seguidores en Facebook y 71.000 en Instagram. Cifras que, cuando comenzaron, jamás imaginaron llegar a tener. Su dinámica ha cambiado totalmente, de la venta cercana y directa han pasado a producir 2.000 unidades por diseño, con modelos que llegan a agotarse el primer día de lanzamiento.

«Al principio no nos conocía nadie, pero, poco a poco y el boca a boca hizo que fuéramos creciendo y nos empezaran a encargar prendas, por lo que volvíamos a invertir en algo nuevo», comentan. Lo bueno es que han creado toda una comunidad. «Tenemos clientas que se sienten muy identificadas con nuestra marca, que son felices cuando se ponen nuestras prendas y nos siguen desde que comenzamos», cuentan con orgullo. «El otro día nos escribió una seguidora que se iba a casar con un vestido nuestro, y otra que había adelgazado 80 'kilos' para poder ponerse nuestras prendas. Ese tipo de mensajes nos enorgullece y nos emocionan de alguna manera. Poder hacer felices a muchas personas», comparten emocionadas.

También explican otras etapas en las que fueron conscientes del crecimiento. «Es increíble la sensación de ver un diseño tuyo a alguien que no conoces por la calle o cuando una 'celebrity' se pone una prenda tuya en televisión y se agota en tiempo record en la tienda online». Anabel Lee, hoy en día, se reparte por toda España con más de 180 puntos de venta, dos tiendas propias físicas, una en Castro Urdiales y otra en el centro de Bilbao y con dos puntos de venta en el extranjero, uno en Italia y otro en Suiza, pero toda la magia, inspiración y creatividad se sigue produciendo junto a un gran equipo que ha crecido con el tiempo y desde su estudio principal en Castro Urdiales, en Cantabria.

Las hermanas han encontrado el perfecto equilibrio. «Yo me encargo de la parte artística y la ilustración y Aurora se ocupa de actualizar las redes sociales y controlar la producción. Aunque hacemos una parte común que es reunirnos cada mañana en el estudio para idear los diseños: dibujar, buscar cortes, tejidos, tendencias… y hacer que cada prenda sea especial y exclusiva. Se trata de ofrecer un producto diferente», explica Anabel. Sin embargo, no todo es color de rosa, como en muchos de sus trabajos. El fin de semana del 6 de febrero, después que se mudaran a un nuevo espacio de trabajo lleno de sueños y nuevos propósitos, las fuertes lluvias y la pleamar provocaron el desbordamiento del río Brazomar, inundando el Polígono de La Tejera de Castro Urdiales, donde se encuentra su estudio principal y el lugar en el que empezaban a construir nuevos proyectos. Hablamos con Aurora y Anabel para saber cómo vivieron ese momento.

-¿Cómo habéis sobrellevado esta situación tan desafortunada, justo en plena mudanza?

-Han sido unos días muy complicados y una verdadera pesadilla la que hemos vivido estos días en Anabel Lee. ¡La vida algunas veces nos pone obstáculos difíciles para demostrar lo fuerte que eres, pero ostras! Llevamos un año que no tenemos tiempo ni de respirar. Si no teníamos suficiente para lidiar con el coronavirus, ahora nos sorprende esta inundación. Las pequeñas empresas como la nuestra ya estamos soportando el impacto económico del covid-19, aguantando la crisis económica como podemos, y ahora nos ha tocado vivir esta situación que, de alguna forma, pone en riesgo la supervivencia de Anabel Lee. Hemos perdido bastante género irrecuperable y algo se nos ocurrirá para salir adelante. Intentaremos recomponernos, poco a poco, de esta pesadilla y nunca mirar para atrás nada más que para coger impulso.

-¿Cuál ha sido esa fórmula que habéis encontrado para volver a levantar el proyecto?

-Tenemos la fortuna de contar con una sólida comunidad de Anabel Lee y queremos dar las gracias a todos nuestros seguidores por el apoyo constante a través de las redes sociales y por las compras realizadas en nuestra tienda 'online' en estos momentos de incertidumbre.

-¿Cómo fue que vuestros seguidores terminaron siendo parte de la solución?

-Se ofrecieron muchos a venir en el momento, a ayudarnos y echarnos una mano. Ha sido increíble y muy emocionante cómo se ha volcado la gente en estos momentos. En cuanto se enteraron, algunos seguidores que no conocíamos físicamente, se presentaron en la nave y se entregaron al 100% para achicar el agua y recuperar lo máximo posible. La verdad que no tenemos palabras de agradecimiento por lo que han hecho por nosotras y por salvar de alguna forma la empresa. Además, contamos con un equipazo en Anabel Lee que siempre están dispuestas a todo y estamos muy orgullosas por ello.

-¿Os habéis podido recuperar al 100x100?

-Estos días los hemos dedicado a que todo el equipo limpiara el almacén y el barro que ha dejado la riada y a realizar inventario para volver lo más pronto posible a la normalidad. La inundación ha arrasado con el 35% de nuestro inventario y mobiliario. Ahora estamos a la espera de que los seguros cubran parte de lo perdido, pero como el caso de nuestro polígono está con el seguro de compensación del consorcio sabemos que tardará 'tiempo' en darnos solución que es, precisamente, de lo que carecemos.

-¿Y ahora? ¿Cuáles son los planes para esta nueva nave de Anabel Lee?

-Las inversiones en este nuevo espacio han sido grandísimas. Hemos apostado alto y se nos ha colado por medio una situación de las que aparecen en las pesadillas y que nunca crees que te va a suceder… Ha pasado y ahora toca remangarse, quitar barro y levantar el ánimo para poder ser, si cabe, más sorprendentes en lo que a diseños se refiere. Nos habíamos trasladado a este nuevo espacio para ampliar la capacidad de inventario y de personal, debido al crecimiento del 300% que ha tenido la marca en estos tres últimos años. El espacio dispondrá de un estudio de fotografía, sala de reuniones, sala de maquillaje y vestuario para las modelos, despachos independizados por departamentos y dos almacenes.

-¿Qué proyectos tenéis a futuro? ¿Con qué nos sorprenderéis a todos?

-Lanzaremos una nueva colección de alpargatas 'made in Spain'. Queremos, de alguna forma, defender lo nuestro. Verán la luz esta primavera-verano 2021. Y si esto funciona y salimos pronto de este bache, tenemos un proyecto entre manos muy 'guay' para este año que sería un paso de gigante para la marca.

Nos queda clarísimo que en Anabel Lee no sólo aplican su filosofía motivadora e inspiradora a sus productos, sino a su día a día y vida personal, convirtiéndose en una marca ejemplo para seguir adelante y no dejarse vencer por las diferentes adversidades que se presentan. Con mucha ilusión y constancia, desde Anabel Lee nos recuerdan nunca mirar para atrás ni para coger impulso y, en el caso de ellas, enfrentar nuevos retos y perseguir ese sueño de seguir llevando lo mejor de su firma para el resto del mundo. Eso sí, aumentando y reforzando cada vez más ese vinculo conmovedor entre sus seguidores, a quienes están infinitamente agradecidas por su apoyo.