El armario cápsula de esta primavera

Al margen de las necesidades medioambientales anteriormente citadas, la distribución de nuestro hogar y la organización de los armarios también ha desembocado en el sueño de conseguir un equilibrio y un bienestar determinado. Para ello, superar la costumbre de comprar compulsivamente al ritmo de la industria 'fast fashion' y dejar atrás el síndrome del armario lleno también se ha afianzado como un paso fundamental para empezar a convivir con un reducido 'closet'.

El denominado armario cápsula se fundamenta en escoger un número determinado de prendas con las que podamos vestir durante toda una temporada y evitar looks repetitivos, planos, sin sentido y aburridos. Es una selección y una organización que sirve para mantener en orden el vestidor, así que el protocolo empleado para construirlo nos ayuda a deshacernos de aquellos elementos que solamente acumulan polvo.

La elección de prendas y complementos debe ser lo que comunmente calificamos como minimalista o austera. Si comenzamos por el tren inferior, un pantalón de traje negro recto nos facilitará afrontar una campaña entera con todas las garantías. Para buscar y encontrar una versatilidad continuada, unos vaqueros clásicos rectos también se convertirán en una de las piezas más necesarias y socorridas del vestidor.

Una falda lápiz negra también será más que recurrente. Las múltiples combinaciones y posibilidades generadas a partir de esta pieza son infinitas.

Dos camisetas básicas –en blanco y negro– construirán estilismos atractivos y equilibrados. En cuanto a la gama de las camisas, sin lugar a dudas, apostaremos por la blanca de corte masculino de toda la vida. Las sudaderas lisas sin apenas «ruido» también serán piezas a mantener o a sumar a nuestro pequeño 'closet'.

Una buena 'blazer' negra se posicionará como un elemento tractor incombustible. Invierte en ella y no compres cualquier «porquería» porque después te arrepentirás. Armadas, con 'maxi' hombreras y sin botones metalizados. No fallarás.

Tampoco podemos dejar de lado la importancia del 'Little Black Dress'. Es una de las piezas más icónicas y poderosas del armario. Nunca pasa de moda; es absolutamente atemporal y adaptable a todo tipo de contextos y condiciones metereológicas. Liso, minimalista, de manga corta y con una largura justa; ni corta ni extremadamente larga. No dudes en su incorporación. Recurrirás a él hasta la saciedad.

En la categoría de prenda exterior, la gabardina será todo un 'must have'. ¿Nuestra favorita? En color beige o camel, y con un corte clásico adaptable a cualquier circunstancia.

En cuanto al calzado, las opciones se reducirán a tres modelos: unas 'sneakers' blancas básicas para las citas más ordinarias, unos salones negros para los acontecimientos o eventos extraordinarios, y unas sandalias de tira fina para los días más calurosos de la estación.

Por cierto, si vas a optar por esta última opción te suplicamos que la pedicura sea la correcta y que el color seleccionado no se aleje de un 'timeless'.

En el universo de los bolsos seleccionaremos tres modelos: un 'maxi tote' para las jornadas más maratonianas, una cesta para las más 'chic', y un 'clutch' para encuentros o eventos más «formales». Todos ellos de piel, rafia o producidos en materiales reciclados. Manos a la obra.