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¡Hola lectores de Cantabria DModa!
Inmersos ya en pleno otoño por fechas, pero hasta hace relativamente poco no por las temperaturas, todos hemos hecho ya el cambio de armario, eso que hacemos dos o tres veces al año y que nos da tanta ... pereza. Creo que no recuerdo un año en que lo retrasásemos tanto, al menos yo, y disfrutásemos de temperaturas agradables durante semanas a estas alturas del año. Los vientos del sur nos han permitido alargar la temporada con vestidos fluidos y ligeros, camisetas y pantalones cortos, sandalias y todo tipo de calzado fresco y transpirable hasta casi llegar al invierno.
Pero las temperaturas más propias de esta época ya están aquí, y ahora sí, guardada ya nuestra ropa veraniega en el altillo o en el fondo del armario, toca pasar a primera línea chaquetas, trajes, abrigos y gabardinas junto a botas, deportivas, botines y zapatos resistentes al agua y el frío.
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Aunque el otoño aún nos regala días soleados y luminosos, las mañanas y tardes son frías y la lluvia ya ha aparecido por lo que necesitamos de prendas más abrigadas para combatir las bajas temperaturas o adecuadas para no mojarnos. Esta estación no es mi preferida climatológicamente hablando, no me gustan ni frío ni la lluvia, pero en cambio me permite disfrutar del mundo de los accesorios.
Sombreros, turbantes, boinas, bufandas, guantes o gorros pasan a ser mis imprescindibles en esta época del año (sin olvidar mis 'maxi' gafas cuando luce el sol, por supuesto). No sé de dónde me viene esta especie de obsesión por cubrirme la cabeza porque lo hago la mayor parte del año, y me encanta. En verano con gorras de tela y sombreros (mis preferidos) de materiales ligeros y transpirables que me protegen de los rayos del sol y aportan un plus a cualquier look, y desde que comienza el otoño hasta que llega la primavera, con boinas, gorros de lana y sombreros de fieltro que me aporten calor y color en los días fríos y grises.
El mundo de los complementos y accesorios es para mí un paraíso, y en esta época del año es cuando los saco más partido. No hay día que no salga a la calle con boina -tengo una pequeña colección muy colorida como podéis ver en la imagen que hay sobre estas líneas-, sombrero, gorra o gorro de lana, es casi mi marca personal, algo así como mi prenda fetiche. Este otoño/invierno en el que los accesorios llenan las calles más que nunca, no importa lo sencillo y básico que sea tu look, los complementos y los accesorios darán el toque final, y probablemente, marcarán la diferencia de un outfit simple a uno especial.
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He de admitir que es ahora cuando toda la ropa que me pongo se vuelve más básica, de color negro principalmente, y es con todo lo anterior -mis boinas y todos mis accesorios-, con los que 'levanto' cualquier look y le doy color. No solo me pueden aportar una buena imagen, me dan seguridad en mí misma, me hacen sentir que no voy uniformada ahora que casi todas parecemos sacadas de un mismo catálogo de moda y le otorgan a mi atuendo un plus de actualidad, si es que se puede llamar así.
No sabría vestirme si mi armario no hubiese cinturones, collares, sombreros, broches, guantes, pendientes, gorros, diademas y cuantos accesorios se os ocurran para completar cualquier look. ¿Alguien más por aquí se emociona cuando entra en una tienda y se 'adorna' de todo eso que le encanta? Pero nunca olvides la frase de Roberto Cavalli: «La personalidad es el mejor accesorio que puedes llevar».
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