La reinosana Juliana Casillas Manso, todo un icono de elegancia
SOBRE LA VIDA Y LA MODA ·
Involucrada en miles de proyectos solidarios, lo mismo se va a Dubái de viaje que disfruta de cualquier clase en algún centro cívico de SantanderSecciones
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SOBRE LA VIDA Y LA MODA ·
Involucrada en miles de proyectos solidarios, lo mismo se va a Dubái de viaje que disfruta de cualquier clase en algún centro cívico de SantanderA veces tenemos la creencia de que Cantabria es un lugar pequeño y nos conocemos todos. Sin embargo, sigo descubriendo a personas maravillosas que antes no había tenido el placer de conocer. Personas, como la que hoy es protagonista de estas líneas y que ... hacen, entre muchas otras cosas, que el mundo sea un poco mejor. Y, además, consiguen que quiera charlar con ellas todo el día.
Juliana Casillas Manso es de esas personas que llaman la atención cuando pasas a su lado y que son capaces de iluminar cualquier habitación en la que se encuentren. No pasa para nada desapercibida, todo lo contrario. La reinosana es elegancia personificada y se ve que disfruta de la moda sin ni siquiera preguntarle sobre el tema. Su forma de colocarse el pañuelo, con el que juega durante toda nuestra conversación y pone de mil formas diferentes, de agarrar el bolso o de gesticular cuando te habla de su vida, me hacen admirarla casi desde el primer momento.
Ella, que pasa sus días involucrada en miles de proyectos solidarios en la región, está preocupada por la evolución de la sociedad. En cómo la forma de vivir está cambiando y lo difícil que es para algunas personas adaptarse a ello. Sin embargo, ella aporta su sabiduría y buen hacer, cada día, a jóvenes mujeres a las que anima a seguir adelante, a no dejar sus estudios y a que no permitan que sus hijos abandonen el colegio. Además, es Juliana de esas mujeres que nunca se cansa de aprender, no solo con nuevos estudios, cursos o lo que la echen encima, sino que veo en su mirada y en lo que me cuenta, que aprende cada día de las personas a las que ella trata de ayudar. Creo también que lo hace desde el corazón, porque le nace y es lo que desea hacer. No le viene impuesto: Juliana lo mismo se va a Dubái de viaje que a gozar de cualquier clase en algún centro cívico de Santander. Disfruta de cada paso que da.
«A la vida hay que ponerla color», me cuenta delante del té que se está tomando. Y creo que no solo se refiere a la moda en sí, sino a la vida en general. Sus experiencias le han hecho ser quien es, mujer de mundo y entusiasta. Amante de su familia y de los viajes. «En la vida hay que volar y conocer. Aprender de cada lugar», asegura. Ella a sus propios hijos les ha dejado volar y ser quienes ahora son. Con su hija en Londres y su hijo pequeño en Estocolmo, se la ve orgullosa (aunque algo apenada de tenerlos lejos). «Somos muy familiares. Todos los años nos vamos 18 personas a Canarias de vacaciones. Nos gusta reunirnos todos en el mismo hotel y disfrutar de la familia. Cada uno venimos de lugares diferentes y es divino disfrutar de unos días juntos», relata con una sonrisa.
¿Y qué opina esta elegante cántabra de la moda? Que es su pasión, su forma de expresarse y de contar al mundo que ella está aquí. «No sólo me visto para grandes ocasiones. En mi despacho, donde recibo a personas tan diferentes a las que intento ayudar, también llevo mi mejor cara. Quiero darles mi mejor versión. Y lo agradecen» Puedo confirmar que lo consigue. Que con su presencia te hace sentir a ti también a gusto. Es de esas personas que parece que nacieron con el estilo de serie. No solo en lo que se ve por fuera, sino también esa elegancia innata que sale del corazón.
«Me encanta el universo de Zara. Es increíble ver cómo han evolucionado. Antes la empresa se fijaba en los diseñadores y copiaba diseños. Ahora creo que muchas marcas se inspiran en Zara. Crean total tendencia», asegura. Me confiesa que es fan de la marca, sin embargo, me deja claro cómo vive este fenómeno. Ella no elige lo que llevará todo el mundo, le encanta fijarse en esas prendas que nadie más que ella elegirá y ponerlas unos buenos complementos. «Los bolsos y los zapatos son donde más invierto. Creo que, con un buen bolso, unos zapatos y un gran pintalabios está todo hecho para tener un gran look», comparte.
Me despido de Juliana encantada y un poco enamorada. Me perdería un día entero con ella, escuchando sus historias por el mundo y por este Santander tan nuestro. Es maravilloso escucharla y sentirla, te habla con su boca, con sus ojos y con sus manos, que no dejan de expresar todo lo que esta mujer puede mostrarnos y enseñar.
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