Javier Simorra: «Apostamos por la 'vestibilidad' y tenemos mucho 'feeling' con las cántabras»

El paso del diseñador catalán Javier Simorra (Barcelona, 1953) por Santander le sirvió como esperanza de un renacer en el mundo de la moda tras la dureza de la época pandémica. Simorra cuenta ya con 60 puntos de venta alrededor de toda España y Cantabria tiene la fortuna de albergar dos de ellos. En concreto, uno nuevo en El Corte Inglés, donde el diseñador se reunió hace unos días con sus clientas y comprobó la marcha de su nueva colección. La sintonía de su marca con el Norte del país es «deslumbrante», sobre todo, por similitudes climáticas, y expresa la importancia que tiene Cantabria para su negocio. Ahora, con la bienvenida del frío su especialidad en prendas exteriores brilla más que nunca y tanto él como su equipo tienen buenas previsiones de futuro.

–¿Cómo empezó esta pasión por la moda?

–Llevo más de cuarenta años. Es casi toda mi vida y para mí no es un trabajo, es una pasión, me encanta poder compartirlo. El equipo es fenomenal y hay mucha gente joven con una ilusión desbordante. También estamos muy encima del mundo digital y las redes sociales. Siempre mantenemos nuestros valores, pero debemos adaptarnos a lo que viene.

–¿Qué tal el paso por Cantabria?

–La experiencia en Cantabria, maravillosa. Todo se está normalizando. El objetivo era conocer a las clientas, comprobar el curso de las tiendas, estar con el personal… Ya estamos saliendo, por fin, de este año y medio tan duro que hemos tenido. Vuelven los eventos, las bodas y las celebraciones y estamos encantados. Es una industria compleja y un sector muy importante. El viaje ha ido mejor de lo que me podía imaginar.

–¿Por qué eligió Santander para abrir dos puntos de venta?

–Para nosotros esta zona es muy importante porque hay una afinidad muy grande con el producto. Es una zona que nos preocupa, sobre todo, con la situación que estamos viviendo. Tenemos mucha sintonía con todo el Norte en general y con las cántabras en particukar por la climatología, el gusto. Tenemos mucho 'feeling' con las mujeres de Cantabria.

–Ahora que se reabren las puertas del mundo, ¿qué planes de futuro tiene?

–Primero intentaremos consolidar, que esta situación esté totalmente cerrada. Todavía creemos que pasarán unos meses. Después, principalmente, abrir algún punto de venta nuevo, tanto franquiciado como tienda propia, y también potenciar el canal multimarca. Ahora buscaremos ciudades nuevas en las que vender nuestro producto, tenemos que ser muy escrupulosos en nuestras elecciones, pero tenemos mucha ilusión.

–¿Se considera un fiel seguidor de tendencias?

–No mucho. Nosotros tenemos una forma de ver la moda diferente. Damos mucha importancia a los detalles y a los tejidos. Vamos siguiendo la tendencia, pero a nuestro aire. Nos gusta la calidad, no las estridencias y cuidamos al máximo el tema de acabados. Tenemos una forma de trabajar muy nuestra y buscamos la máxima 'vestibilidad'. En esta nueva colección, el color crudo está siendo brutal y queda espectacular mezclado con otros tonos. Nos ayuda mucho en invierno por las texturas que manejamos.

–¿Qué busca transmitir con la marca?

–Tenemos compradoras muy fieles y queremos que vayan vestidas muy actuales, muy del momento, con mucha calidad y sin estridencias. Vamos incorporando nuevas clientas y las fidelizamos con facilidad por los tejidos, las formas, los colores… Tenemos un precio medio-alto y la gente invierte mucho en nuestra ropa.

–¿Qué opina de la moda rápida?

–La veo fenomenal. Hay marcas increíbles y lo veo perfecto porque abastece a un público con un poder adquisitivo concreto. Creo que podemos convivir todos.

–¿Ha añadido la mascarilla a sus productos?

–La mascarilla es de primera necesidad y nosotros hemos hecho unas técnicas homologadas. Se han convertido en un complemento más y yo no lo hubiera pensado nunca. Tenemos tres tallas y tres colores, sin estampados. Creo que las seguiremos llevando un tiempo.

–¿Qué opina del estilo cántabro?

–Es también muy catalán, tanto en colores como en formas. Por eso digo que en el Norte es donde tenemos más puntos de venta y más sintonía. Tenemos muchos en las calles más punteras de las ciudades y los enfocamos de la misma manera que lo haríamos en Barcelona. Nos cuesta más en zonas más cálidas. Además, somos especialistas en prendas exteriores.

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