Los 10 mandamientos del estilo después de los 50 (y antes también)

¡Hola, amigos de Cantabria DModa!

Hoy os traigo mis 10 mandamientos de estilo que, a partir de los 50 (y antes también), creo que todas deberíamos seguir. El poder de la imagen en la actualidad es algo innegable: una entrevista de trabajo, una cena formal o la de fin de año, ir a un concierto o a una barbacoa, una tarde con amigas o en el fútbol; lo que elijas como atuendo, junto a complementos y accesorios, determinará lo que los demás perciben de ti y lo que quieres transmitir.

Pero… yo tengo unas reglas, o mejor, mandamientos, que aplico a la moda y también a la vida, y que es ahora, en la madurez, cuando los sigo a rajatabla. Son estos:

Que una cifra no te condicione para emprender, aprender, seguir o comenzar. Lo único que restan los años es la capacidad de ver de cerca (necesitarás gafas para leer la letra pequeña), y tus rodillas te avisarán de que debes sentarte a descansar más a menudo. La moda no es cuestión de edad, es cuestión de identidad.

¿De qué sirve quitarte unos pocos años? Tu edad es la que es, tu corazón y tu cerebro tienen los años que marca el calendario; cómo los vivas ya es cosa tuya: con lamentaciones por el paso del tiempo o aprovechando cada día para hacer o ser aquello que te hace feliz. No hay edad para la creatividad: puedes innovar ahora y siempre.

De eso doy fe. Nunca he tenido una talla de las llamadas «pequeñas», salvo cuando tenía 14 años, y no por eso me considero sin estilo. Puedo admitir, y lo admito, que ciertas prendas sientan mejor en una talla 38 que en una 52 o una 60, pero se trata de adaptar las tendencias a tu talla y a tu estilo personal. Si algo no te sienta bien, no te lo pongas solo porque otras lo lleven; hay tanto donde elegir que siempre encontrarás lo que mejor se adapte a ti y a tu cuerpo. El estilo lo pones tú, el estilo es actitud.

Si te gusta y te ves bien, póntelo. Tú eres quien decide y nadie más. Un look bien escogido puede hacer por ti tanto como una sesión de psicoanálisis.

No tienes que vestirte para complacer a nadie más que a ti misma. Acepta las críticas respetuosas, pero ten siempre claras tus elecciones.

No podemos comprar todo lo que nos gusta (salvo que tu poder adquisitivo sea infinito), pero sí podemos y debemos invertir en prendas atemporales que nos hagan sentir seguras y favorecidas. Para eso están las rebajas y promociones de las firmas que más nos gustan. Aprovechémoslas.

Unos pendientes, unos zapatos, un sombrero o un bolso pueden cambiar tu imagen de «normal» a «espectacular». Los detalles darán ese «no sé qué» a tu look que estás buscando.

A casi todas se nos van los ojos ante lo que vemos en las tiendas y páginas web, pero ¿cuánto de eso nos sienta bien? Cada cuerpo y estilo necesita algo distinto: cortes, colores y texturas diferentes para adaptarlas a cada una de nosotras y que seas tú quien lleve las prendas, y no al revés. Presta atención a tu tipo de cuerpo si quieres acertar al elegir.

Seguro que todas tenemos colgadas en el armario prendas que apenas utilizamos porque nos parecen «pasadas», pero a veces, cambiar unos botones, acortar un dobladillo o estrechar unas mangas pueden actualizar algo que habíamos descartado.

Ponerle pasión a la vida es vivir eligiendo libremente; ocurre igual en la moda. Elegir lo que verdaderamente quieres te hará ser consciente de tu propia realidad y disfrutar con intensidad. Haz las cosas que te hacen feliz eligiendo aquello que te brinda alegría.

Y recuerda esta frase de Marc Jacobs: «La ropa no significa nada hasta que alguien vive en ella».

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