Manel Torres, el español que está detrás del vestido hecho con espray de Bella Hadid en París

Ocho minutos es el tiempo que ha bastado para convertir a Manel Torres en una auténtico fenómeno viral. Este catalán, de un pueblo de Lleida, lleva más de dos décadas de trabajo a sus espaldas, pero no ha sido hasta este pasado fin de semana cuando su nombre ha comenzado a correr como la pólvora en redes y en medios de comunicación. Lo ha hecho de la mano de la modelo Bella Hadid y de la firma Coperni en la Semana de la Moda de París.

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La performance que llevaron a cabo en la pasarela francesa dejó boquiabierto a medio mundo y ha demostrado que la moda, la ciencia y la ecología no solo pueden ir de la mano, sino bailar la más perfecta de las coreografías. Torres es el creador del espray con el que fue rociada la maniquí en el escenario y que acabó convirtiéndose en un vestido blanco perfecto.

Parecía magia, pero lo que hay detrás es tecnología e innovación. De hecho, ese líquido que se aplicó con aerógrafo para deleite de los presentes vio la luz hace nada menos que diez años. Desde entonces, Torres y su socio, el ingeniero químico Paul Luckham siguen mejorándolo y desarrollando todo tipo de aplicaciones con él.

Torres, que fue uno de los que roció a la modelo sobre la pasarela, estudió en la Escuela de Artes y Técnicas de la Moda en Barcelona. Luego, pidió plaza en un máster del Royal College of Art sin saber nada de inglés y logró una de las 12 que concede esta institución cada año. Se lanzó a la aventura londinense en el año 2000 y allí se quedó. Más tarde, se doctoró en Tecnología y Moda para mujer y se quedó en el departamento de ingeniería química del College hasta 2013.

Ese año, con el espray ya en la mano, fundó junto a Luckham Fabrican Lmtd., la empresa que comercializa el producto y cuyo nombre ha dado la vuelta al mundo en apenas cinco jornadas. Pero lo cierto es que su trabajo no es flor de un día. Ni siquiera es la primera vez que desfila. Lo hizo poco antes de dejar el College y también de la mano de Sébastien Meyer y Arnaud Vaillant, los creadores de Coperni, que también estaban dando sus primeros pasos en el mundo de la moda.

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De este baile de debutantes nació una creación tan increíble como la que llevó Bella Hadid, pero con mucho más volumen. Aunque, eso sí, se creó en el laboratorio, poco a poco, con mimo y, sobre todo, en la intimidad. Fue tan bien la experiencia, que ambas partes volvieron a juntarse hace unas semanas para llevar a cabo esa magia con Hadid pero a la vista de todos.

Torres se pasó el último mes en el laboratorio para dar con la fórmula perfecta para el desfile. Y feliz. Cuando empezó con todo esto le dijeron que soñara grande y que lo hiciera. Lo primero no le costó, lo segundo, nadie sabía si lo lograría, pero con tesón, esfuerzo e inteligencia ya puede decir que lo ha logrado.

Ahora bien, la modelo Hadid no es la única famosa que ha vestido las creaciones de Torres. Lady Gaga también. Su equipo vio un vestido del catalán en una exposición en el V&A Museum London y pidió una réplica para una de las artistas más transgresora a la hora de vestirse.

Después del confinamiento, una de las cosas que más valora el cliente a la hora de comprar ropa es la comodidad. Y, al parecer, la ropa creada con este espray no tendría rival. Según Torres, que se ha vestido más de una vez con camisetas hechas con esta técnica, la sensación es de ir desnudo. Vamos, que ni la mejor confección sin costuras provoca tanto bienestar. «Es parte de la tecnología», afirma.

Y luego está la parte ecológica. Los datos y los estudios han demostrado que la moda es uno de los sectores más contaminantes en la actualidad: los tintes, el consumo rápido y la incapacidad para reciclar las prendas son los responsables de ello. Hace unos meses, se viralizaron las imágenes del desierto de Atacama, en Chile, con montones de ropa abandonada.

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La ropa de Fabrican no se autodestruye, pero casi. Cuando nos cansemos de ella, en vez de tirarla, se puede disolver. Es decir, podríamos llevarla a la misma tienda donde la hemos comprado para que allí lo redisuelvan. Ese líquido resultante podría, incluso, volverlo a 'esprayar'. Sería un tratamiento similar al que se hace ahora con el vidrio que mandamos a reciclar.