Los nombres de la moda en Cantabria rinden homenaje al diseñador Elio Berhanyer

No pudo elegir un día más señalado para despedirse. Elio Berhanyer murió este jueves en Madrid a los 89 años, coincidiendo con el inicio de la mítica Pasarela Cibeles, en la que sus diseños desfilaron en infinitas ocasiones. El modisto, siempre fiel a su estilo único, fue uno de los grandes referentes de la costura española, compartiendo puntadas icónicas con nombres como Cristóbal Balenciaga, Manuel Pertegaz o Jesús del Pozo.

Desde Cantabria DModa hemos querido rendir un particular homenaje al creador y nada mejor que recurrir a los nombres del universo de moda de la región. Sus palabras sirven para agradecer la genial contribución del diseñador a esta industria, Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y Premio Nacional de Diseño de Moda en 2011. Con un legado de elegancia que será eterno.

«Elio ha sido un diseñador de referencia en la moda de los años 60 y 70 en España. Me encantaban sus trajes de líneas geométricas con costuras muy marcadas y grandes botones. Su gran sentido pictórico aplicado a sus vestidos. Para mí, una de sus grandes joyas fueron los uniformes que hizo para Iberia en los años 70. Hace años, en mis visitas a Madrid, me encantaba acercarme a una pequeña boutique que tenía en la calle Juan de Mena, cerca del Retiro, con una decoracion que conservaba el espíritu de los 70. Ha muerto un gran modisto, gran diseñador y una gran persona.

«Nos deja uno de los mejores diseñadores que teníamos en España. Destacar que se ha ido con las botas puestas, siendo recordado como uno de los grandes. Creo que nos gustaría que se nos recordará de esta manera cuando faltemos. Porque no es fácil mantenerte en lo alto siempre».

«Elio Berhanyer era un artista. Se dedicó a la moda pero, realmente, podía haberse dedicado a cualquier cosa, y hubiera convertido en arte todo lo que tocara. Él era arte. Sencillez. Personalidad. Elegancia. Intemporalidad. Geometría perfecta. Eternidad».

«Elio Berhanyer era el último de los grandes maestros de la moda española, que pudo irse a París, pero prefirió ser profeta de nuestra tierra. Nos deja un gran referente. Descanse en paz».

«Elio, para mí, significó mucho. Él mantenía el arte de la costura y era un modista con mayúsculas. A nivel personal, todo un caballero, con una gran elegancia innata. Lo conocí durante el Certamen de Jóvenes Diseñadores Nacional, en el que participé en Madrid en el año 2006 y tuve la suerte de conversar con él. A raíz de aquello, hice una entrevista para trabajar como diseñadora en su firma, cuando su empresa fue adquirida por 'artesanos camiseros'. Él concibió la moda como un arte para ensalzar a las mujeres y la belleza. Sus formas y femineidad bebían de Balenciaga».

«Con Elio Berhanyer muere uno de los grandes del diseño español. Llegó a vestir a reinas y actrices como Ava Gadner. Fue el genio que le dijo no a Yves Saint Lauren y al mismísimo Balenciaga para crear su propio arte, con la geometría por bandera. Hoy la moda llora a uno de sus iconos, para mí Elio Berhanyer significa la constancia y el creer en ti mismo. Luchó hasta el final, con el cierre de su taller en Madrid, dedicándose a la enseñanza, y hasta su muerte siguió apasionado por su profesión a la que él llamaba 'la costura'. DEP».

«Aún recuerdo la última vez que nos encontramos en el 'backstage' de Pasarela Cibeles. Casi no podía ver a causa de su glaucoma y, sin embargo, todos nosotros veíamos en él esa elegancia natural y libre de la que, sin duda, era el máximo embajador. Creador de volúmenes de libertad incorruptible, la libertad de un figurinista de teatro que fue capaz de traspasar fronteras y llegar a lo más alto y vestir a las mujeres más excepcionales de su época. Un arquitecto de armonías... Un músico en la noche».

«Tuve la suerte de conocer personalmente a Elio Berhanyer al principio de los 90, cuando hice un reportaje de los mejores diseñadores españoles y sus musas. Desde entonces seguí y fotografié sus colecciones en la Pasarela Cibeles, donde desfiló hasta 2010. Ha sido uno de los grandes, después de Balenciaga y Pertegaz. Siempre me pareció un purista. Las modelos adquirían más belleza y elegancia con sus diseños 'prêt à porter', que parecían de alta costura, cosa que había estado haciendo hasta finales de los 80. Entre los diseñadores actuales creo que Hannibal Laguna es el que más nos recuerda al gran maestro que fue Berhanyer. Los fotógrafos esperábamos ansiosos sus desfiles, que eran un espectáculo de color y de formas. Ha sido el único diseñador que recuerdo verle por el 'backstage' vestido siempre con su bata blanca, como un modista, siempre sencillo y amable. Una lástima su desaparición».

«Para mí, fue uno de los maestros veteranos de la moda española. Todo un maestro de la alta costura. Con su larga trayectoria en el mundo de la moda nos deja grandes obras de arte en forma de diseños. Le recordaré siempre por sus uniformes para la compañía aérea Iberia y Aviaco».

«Sobre Elio Berhanyer... Aquellos maravillosos años en los que los modistas vivían con fiel respeto el oficio de la moda, ya pasaron... Lo de ahora es una cosa distinta, ni mejor, ni peor, sólo diferente. Ojalá que la rapidez con la que consumimos y olvidamos mitos, casi al mismo tiempo, no nos haga olvidarnos de un grande como Elio. Impoluto en sus formas, educado, esteta, exquisito en su trabajo embelleciendo siempre a la mujer y nunca ridiculizándole y viviendo la moda como un planteamiento de vida. El trabajo de Elio Berhanyer demuestra que la moda es arte, es cultura y es una manera de embellecer la vida. Allá donde vaya su recuerdo, le imagino siempre vestido de blanco, su color y su esencia. Larga vida a su recuerdo y a su legado».

«Elio Berhanyer fue un creador singular y excepcional. Que alguien con unos orígenes tal humildes y tan poca formación llegara a la cima de la moda en España, significa que poseía un genio natural indiscutible. Demostró siempre un gran talento y una sensibilidad innatos, dejando un legado inconfundible».

«El primer contacto que tuve con la ropa de Elio Berhanyer fue en el Museo del Traje. Me impactaron todas sus piezas, sus elegantes diseños y sus remates de alta costura. Pero, sin duda, lo que me marcó fue él. Tenía 20 años cuando estudiaba diseño en Madrid y en la época de la Pasarela Cibeles, trabajaba como vestidora. Tocaba el desfile de Elio y ahí estaba él, entre todo el caos y todo el estrés del desfile controlando que todo saliera bien, pendiente hasta del último detalle. Fue toda una lección de trabajo, esfuerzo y humildad. La pasión por la moda nunca muere, y la huella que ha dejado Elio Berhanyer tampoco».