Cuando la pandemia se convirtió en una colección de moda creada en Cantabria

Una propuesta que, según la creadora, «abarca un tema tan actual que ha supuesto una minuciosa investigación sobre la pandemia y lo que ha acarreado. Es por ello que la documentación previa se ha enfocado en el distanciamiento social y las medidas de seguridad instauradas a partir del suceso». Además, explica que «el sentimiento del ser humano de soledad, aprisionamiento y vulnerabilidad también se ha visto reflejado. Para poder reinterpretar todas estas sensaciones se procedió a investigar sobre ellas y cómo afectaban a la gente». Sin duda, fue el punto clave de partida para dar forma a la colección integrada por diez looks.

Una vez armada la idea, «se empezaron a trabajar siluetas y materiales, los cuales se basaron en la unión del ser humano y la pandemia. De aquí parte, el uso de las mascarillas, el algodón moreno y los imperdibles en los trajes, materiales muy industrializados que representan y conectan muy bien con la propuesta base. Y es que lo que se buscaba desde un principio era conectar todo el proceso de trabajo con esa globalización de la pandemia y cómo nos ha afectado», defiende la diseñadora. Una vez quedó clara la inspiración, «se empezó a trabajar en moulage, centrándose en formas ajustadas pero liberadoras a la vez. Así surgió esta colección tan experimental y conceptual».

Según Noemí, «organizar el evento fue trabajoso, pero divertido, ya que era la primera vez que se hacía algo así. Desde las grabaciones hasta las poses de cada modelo fueron planeadas. Ha sido mucho trabajo y nervios para que saliese todo bien». Lo cuenta pletórica, así que no nos extraña. «El 'backstage' fue arduo, ya que con semanas de antelación se programaron y practicaron el modelaje, la pasarela, la colocación, etcétera. Todos los modelos eran amigos y compañeros de clase, hicieron un gran esfuerzo y colaboraron en todo», agradece. Aunque no oculta que, horas antes desfilar, tocó pasar por maquillaje, obra de María Dolores Conde Méndez, cómplice y co-responsable de la marca, y los nervios estaban a flor de piel, especialmente en el caso de la propia creadora. «Era la que más nervios tenía, ya que tenía que vestir a todos y asegurarse de que se sentían cómodos y lucían cada prenda», asegura.

Aunque reitera su satisfacción, «todo salió perfectamente, ya que acudieron profesores, conocidos, familiares y personas interesadas en la moda». El evento arrancó con un 'fashion-film' introductorio que explicaba el sentido de la colección y dio paso al desfile en sí. Uno a uno cada diseño fue construyendo la idea y representando el imaginario de la joven riojana. Finalmente, a modo carrusel, el público pudo ver todo el concepto e idea de forma clara, al igual que todas las prendas en su conjunto. Finalmente, se pudieron ver las reflexiones en vídeo de los modelos, «las cuales eran muy importantes, ya que hablaban sobre cómo se habían sentido durante la pandemia y conectaban la colección con esas sensaciones», explica la creadora.

Como dato curioso, los invitados y espectadores dejaron recordatorios en una libreta tras ver todo el desfile y el balance fue más que positivo, «la verdad es que les gusto», apunta Noemí. Entre los asistentes se encontraba Víctor Hurtado, Director Académico de Grados Oficiales de Diseño en Cesine aplaudió el contexto «por ser un espacio que no es habitual de la moda en Cantabria. Como espectador, la propuesta conceptual de la joven diseñadora abre el debate e, incluso, algunas heridas, a través del uso del impacto más visible de la pandemia, como son las mascarillas higiénicas», apuntó. El docente alabó «la puesta en escena y la esencia misma del evento, que ha ido más allá de la experiencia habitual del diseño en la región. Una apuesta por el valor social y conceptual de la moda, como sistema y lenguaje de comunicación dentro de la sociedad».

Algunas compañeras de su periplo entre apuntes y patrones también dejó su opinión sobre lo vivido. «El covid, qué tema tan complicado del que hablar, ha sido como una pesadilla, por lo menos para mí, que parece que va terminando. Y que gente como Noemí haya sido capaz de sacar de un concepto tan oscuro algo tan bonito como es la moda es algo que aplaudo. Ha sabido transportar esos sentimientos y esas sensaciones que hemos vivido todo el mundo, en una colección. Esta pandemia, es un hecho que marcará la Historia y para ella ha sido la forma de presentarse al mundo como diseñadora, creando prendas únicas y especiales. Iniciando así su andadura en el mundo de la moda», señaló Alejandra García.

Ana Méndez, otra de las futuras creadoras con las que comparte formación, valoró muy positivamente que «el desfile se estructuró muy bien, ya que desde el principio, gracias al 'fashion-film', se podía ver lo que iba a reflejar la propia colección. Por otro lado, me gustó mucho cómo desfilaron los modelos, porque pude observar los trajes y sus detalles. Considero que Noemí ha hecho unos diseños conceptuales que plasman muy bien la pandemia y todo lo que ha provocado en nosotros. Además, el limitarse con sólo dos materiales, las mascarillas y el algodón moreno, le da cierta complicación a la colección. Considero que fusionó muy bien su idea principal».

Seguro que fue el primero de muchos desfiles que esperan a esta firma, que seguirá rompiendo esquemas y haciendo de la moda una gran oportunidad creativa.