Pardo Family, el país de las maravillas que nació en Suances
SOBRE LA VIDA Y LA MODA ·
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SOBRE LA VIDA Y LA MODA ·
El negocio, que comenzó como un estanco en 1974, se ha convertido en todo un legado familiar con espacio propio en MadridSuances, villa marinera que me llena de recuerdos cada vez que la visito. Su olor a mar nada más bajar y su salitre en el aire me llenan de alegría siempre. Y es en este lugar donde está una de las tiendas más divinas de ... Cantabria: Pardo Family.
Siempre que uno entra en cualquiera de sus tiendas, uno siente olor a hogar, a cercano y, sobre todo, amor. Ese amor de madre, muy marinero, que solo se logra con los años. Y es que son muchos los que esta familia lleva deleitando a propios y foráneos con sus productos, pero sobre todo con su trato. Cuando uno sale con una bolsa de Pardo, no sólo lleva el producto, lleva el cariño y el buen hacer de todos sus miembros.
Toda historia tiene un comienzo, un punto inicial. Esta, surge en 1974 con Mari Mar al frente de un pequeño estanco en Suances. Ella, alma y mujer emprendedora de las que ahora tanto se hablan, pero que ya existían hace muchos años, pensaba que ese estanco tenía que ser algo más. Por ello, animada por su padre quién le decía: «Siempre va a haber un 50% de personas que estén contentas con tus decisiones y un 50% que no, así que haz lo que te plazca»; y también con la ayuda de su marido, comienza a vender artesanía, cerámica y otros productos que los visitantes se llevaban con amor a sus casas. El paso del tiempo y el buen hacer de las cosas, hacen que la tienda crezca…
Quienes están ahora al mando, y quienes me cuentan su historia en detalle, son las dos hijas de Mari Mar: María José e Isabel. Dos almas libres, intrépidas, curiosas, amables y luchadoras. Dos hermanas que, a pesar de seguramente tener todas las discusiones propias de la familia, han sido capaces no sólo de seguir con esta historia familiar sino de mejorarla y expandirla. Me emociona escuchar cómo recuerdan sus septiembres en Valencia, medio de vacaciones medio de compras en la feria del mueble. Y cómo tenían bien claro, desde siempre, que ellas continuarían con el legado de sus padres.
No todos los hijos eligen el camino familiar y no todos lo hacen con esta pasión. Es de admirar y, por supuesto, es para contarlo a los cuatro vientos.
María José, es licenciada en bellas artes y dirige con ilusión y dedicación Pardo Interior. Un lugar donde acudir a realizar cualquier proyecto de interiores si quieres que tu negocio o tu hogar queden de revista. Isabel, por su parte, dirige la Concept Store, donde uno sale pensando que ha atravesado el espejo de Alicia y está en el país de las maravillas.
De su cabeza nace la idea de crear un universo diferente donde encontrar marcas únicas con estilo propio. La ropa de chica, y también cada día más la de chico, nos descubren un mundo nuevo y marcas que sabemos que no dejaremos de amar. En su Concept Store no sólo hay cabida para la moda más especial, sino que también encontramos detalles para el hogar o regalos únicos que egoístamente nos querremos hacer a nosotros mismos. «Tenemos el ojo ya educado, sabemos llegar a las ferias y ver qué marcas van a gustar y cuáles se van a quedar con nosotros varias temporadas», me cuentan cuando les pregunto sobre cómo descubren tantas cosas bonitas.
Juntas, han hecho que el negocio crezca y sea referente para todo aquel que visita Suances. No sólo los propios habitantes de la zona, sino los muchos turistas que cada verano visitan el pueblo, repiten siempre que pueden. Por algo será. También en familia un día se sentaron, con sus maridos, y decidieron dar el salto a la capital, a Madrid. «¿Por qué no?»,se dijeron, y en menos tiempo de lo que uno escucha una bonita canción frente al faro del Torco estaban dándolo todo en la gran ciudad. Y lo más importante, con miles de visitas y nuevos fans a los que deleitar cada día.
Son mentes inquietas, que no se conforman. Y cada día surgen nuevos proyectos e ideas que ellas llevan a cabo. Veo y siento como han creado un 'ecosistema' perfecto para ellas, en las que sus propios empleados aprenden y siguen su estela siendo parte de la familia.
Al escucharlas hablar pienso en cómo se complementan, como son de cómplices, de compañeras… Están orgullosas de lo que han conseguido, y no es para menos. Dejan muy claro que si han llegado ahí no es sólo por la lucha constante y el sacrificio, tampoco únicamente por el amor y dedicación, sino porque también ellas mismas se han repetido una y otra vez que podían y que valían para ello. ¡Qué importante y necesario!
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