¿Y esto cómo me lo pongo? Pantalones cargo, faldas satinadas, monos...

A quién no le ha pasado comprarse algo de lo que más se lleva harta de verlo en los escaparates y una vez en nuestro armario dejarlo muerto de risa. ¿Cómo me pongo esto ahora? Para que esta temporada no cometamos el mismo error, hemos recurrido a profesionales. La estilista Ana Vijandi repasa las tendencias que nos llegan y nos da pistas de cómo ponérnoslas. Pero ojo, la línea roja es «no sentirte disfrazada». Si no vas a gusto, descártala. Será por opciones.

QUÉ ES. Una cazadora abombada en puños y cintura, con cierre de cremallera. Tienen una fuerte inspiración militar y casi un siglo de historia: las llevaban los pilotos de aviones y bombarderos en las dos guerras mundiales. También fueron prendas icónicas del movimiento punk y de los skinhead. «Las hay más y menos arregladas, pero es una prenda de esencia informal que pisa fuerte».

PARA EL DÍA A DÍA. «Es para un estilo casual. Va bien con jeans, pantalones cargo y zapatillas o botín corto de tipo cowboy».

MÁS SOFISTICADA. Hay versiones más formales que incluso llevan lentejuelas. «Son mejor inversión» y podemos llevarlas incluso con vestidos. «Quedan ideales con pantalones de pinza, faldas largas y tableadas más botines».

QUÉ ES. Es una prenda muy femenina que se ajusta a la figura desde los hombros a la cintura. Su origen está en el siglo XVI en Europa y se colocaba sobre una blusa o camisa. Forma parte de muchos trajes regionales y evolucionó en el corsé y luego el sujetador. A lo largo de la historia de la moda ha vuelto a nuestros armarios de manera cíclica. «Es una prenda complicada y hay que tener mucha personalidad para defenderla».

PARA EL DÍA A DÍA. «Es más para salir, ir de cena, de marcha...», pero se le puede dar un toque «si lo colocamos sobre una camisa, aunque para esto, mejor que no lleve tirantes. Por debajo, lo ideal es un pantalón de pinzas». «Aún así, no es un look para ir a la oficina».

PROHIBIDO. Hay que tener cuidado porque es una prenda «con la que te puedes ver disfrazada. Ante la más mínima duda, es mejor evitarlo».

QUÉ ES. El tiro habitual de un pantalón es de unos 30 centímetros. En este tipo de prenda es menor a 20. Se pusieron de moda en los 60 y los llevaron varios iconos del rock como Jim Morrison o Janis Joplin. En los 90 regresaron y ahora intentan hacerse de nuevo un hueco en el armario. «No es para todos los cuerpos. Sientan bien a figuras estilizadas y de triángulo invertido. Es de estilo muy relajado».

MÁS SOFISTICADO. Si es un pantalón palazzo largo, «nos pemite llevar una blazer entallada y tacón». Podría ser hasta un buen look working, en función del trabajo que se tenga.

PROHIBIDO. Aunque en esto de la moda cada uno puede hacer lo que quiera, «yo no lo recomendaría a personas a partir de 40 años por su carácter informal».

QUÉ ES. Son pantalones de diseño ligeramente sueltos y con varios bolsillos de gran tamaño. Suelen ser cuadrados y estar superpuestos. Su uso primigenio fue militar y de combate, por lo que estaban hechos de materiales resistentes. Luego, los llevaron pescadores y cazadores. En los 90 se pusieron de moda para ir a diario y ahora vuelven, aunque con cambios.

PARA EL DÍA A DÍA. Conjunta muy bien si «le damos unas vueltas al bajo y lo llevamos con bomber y zapatillas deportivas». Hay tantos tipos como cuerpos. Lo mejor es elegir el que mejor compensa nuestra figura. Si eres ancha de caderas, con uno «más estrecho o recto te verás más favorecida».

MÁS SOFISTICADA. Para ir a la oficina, podemos apostar por una camisa en la parte superior y cambiar la cazadora por una blazer. Aunque en sectores como el jurídico o el económico, no es una prenda muy recomendada.

PROHIBIDO. «Nunca lo llevaría con 'stilettos', me gusta como quedan con zapatillas, con botines de suela track (gruesa y dentada) e, incluso, con zuecos».

QUÉ ES. Son prendas que dejan ver la figura humana. La primera en lucir uno fue Cher en la gala de los MET de 1974. Durante algún tiempo se consideraron casi como subversivos y se utilizaban para reafirmar la propia libertad. Ahora son menos de fiesta, aunque «siguen siendo especiales» y para determinadas situaciones. Son «ceñidos», pero lo ideal es «que insinúen».

PARA EL DÍA A DÍA. «No son una prenda adecuada para todos los días. Son la triple S (sensual, sexi y seductora). Funcionan muy bien en los eventos.

MÁS SOFISTICADA. Bien combinados, valen para una boda, pero cobra vital importancia lo que se lleva debajo, y no solo nos referimos a la ropa interior. También se pueden llevar por encima de un pantalón.

PROHIBIDO. Para la oficina hay otros looks más adecuados.

QUÉ ES. El encaje es un tejido que se ha usado durante siglos en el mundo de la moda. Y siempre están presentes. Este otoño llegaron sobre todo en forma de cuellos y se van a mantener durante la primavera. «Forma parte de un estilo boho, rococó, y son tendencia». Sin embargo, tiene un manual de uso muy claro.

PARA EL DÍA A DÍA. Un top con puntilla «es fondo de armario y se puede combinar con una blazer» sin rozar la ñoñez. En nuestros looks de diario se pueden incorporar en pequeñas dosis sin problemas.

QUÉ ES. El satén es un tejido de algodón con buena consistencia y un brillo exterior muy característico. Se usa mucho en camisones, lencería, batas, ropa de cama... Ahora pretende meterse en nuestro armario en forma de falda de todas las larguras, aunque en pasarela los diseñadores han apostado por un corte a media pierna. «Es un tejido complicado, marca mucho y no mucha gente se atreve».

PARA EL DÍA A DÍA. «Una falda satinada con un jersey oversize de punto es una opción ideal». Como calzado, pegan con zapatos, sandalias y hasta con «botas militares o camperas».

MÁS SOFISTICADO. «Es una elección muy buena para una ceremonia como un bautizo, tanto en colores rosados como en tonalidades más vistosas».

PROHIBIDO. Hay que tener cuidado con la ropa interior que se usa. «Y si usamos medias, aunque yo soy contraria a ellas, de rejilla, transparente o en un color de la misma familia que la falda. Ahora, yo lo veo mejor con calcetín».

QUÉ ES. Los monos no son ninguna novedad. Se han usado desde siempre y para muchas cosas. Al principio, tenían un marcado carácter deportivo: al más puro estilo Eva Nasarre. Luego, han adquirido un toque más elegante y se han convertido en un básico para bodas, bautizos y comuniones. Ahora, retoman su origen. Hace un par de años, Adidas sacó un versión que muchas influencers utilizaron para hacer rutinas durante la pandemia, sobre todo yoga y pilates. El que se lleva ahora es el 'seamless', sin costuras, pegado al cuerpo... «En realidad la revolución llega porque Amelia Bono se lo puso en unas historias de Instagram». Llevaba el modelo de Zara, que incluye transparencias.

PARA EL DÍA A DÍA. «Son más para hacer yoga, pero si quieres ponértelo para vestir puedes acompañarlo de una blazer, una camisa abierta y deportivas».

PROHIBIDO. «Si no tienes una personalidad arrolladora porque es una prenda que no esconde nada».

QUÉ ES. Las medias de rejilla son símbolo de feminidad. Son una prenda imprescindible de las 'flappers' de los años 20, pero las hemos llevado en diferentes épocas. Por su parte, los calcetines que se van a ver esta primavera son una vuelta de tuerca a los que nos ponemos: hechos en tejidos más finos.

PARA EL DÍA A DÍA. «Las medias de rejilla pegan con muchos estilos y las podemos llevar en multitud de colores. En color carne estilizan mucho sin verse demasiado. Son muy 'lady'». En el caso de los calcetines, «los más buscados son los hechos en gasa, tul, con adornos en forma de lazos, brillos, etc. Quedan ideales con merceditas, zapatos y sandalias». Se trata de que se vean.