El último verano de Somoalgodón

Somoalgodón es uno de los contados negocios de esta localidad de Ribamontán al Mar, punto neurálgico del turismo surfero, que abre en la temporada estival y permanece cerrado el resto del año, ya que está orientado eminentemente al turismo de playa y al buen tiempo. Ahora, tras casi medio siglo, echa el cierre de forma definitiva por la jubilación de su dueña, Charo Gándara Sánchez, que ha estado al frente del negocio desde que abrió sus puertas en un local junto al hotel Hong Kong (hoy conocido como La Hostería de Somo), que perteneció a su abuelo, Manuel Sánchez, «un empresario pionero en Somo», recuerda Charo.

Tras aquellos primeros años, el negocio cambió su ubicación a la calle Las Quebrantas, donde ha funcionado hasta este pasado domingo, cuando Charo ha bajado la persiana, como ha hecho cada verano, pero esta vez de manera definitiva: «Me jubilo, y esta vez el cierre es para siempre y no solo por fin de temporada», indica.

Los veraneantes se llevarán la sorpresa cuando el próximo verano vayan a comprar sus alpargatas nuevas o gorras para protegerse del sol y comprueben que ya no existe la tienda. «Ya se lo he comunicado a muchos de los clientes que han venido este verano, pero será raro que no estemos. Dejarse caer por la tienda se había convertido en una costumbre para muchos de ellos y les saca de muchos apuros», continua Charo.

La responsable de este negocio tradicional que ha provisto a muchos turistas de diferentes puntos de España y extranjeros, «sobre todo italianos», cuenta los minutos para «disfrutar de un verano de verdad, teniendo un día entero de playa en Somo o Loredo y dando largos paseos con mi marido, Paco, tomando un helado o una cañita. Ni de novios ni de casada,nunca he tenido un día libre en verano, como muchos otros que viven aquí;no soy la única».

Así, Charo espera con impaciencia la llegada del próximo verano para «vivir un agosto en la playa y disfrutando con mi marido; dar una vuelta sin tener que volver corriendo a atender la tienda. Solo un helado me he tomado con un sobrino al que se lo había prometido, solo uno. Por eso, cuando me dicen que si me da pena jubilarme, les contesto que la verdad es que no, que lo estaba deseando», asegura.

Somoalgodón abrió sus puertas en los años 80 y su producto estrella han sido las alpargatas fabricadas en España, cosidas a mano en Calahorra (La Rioja), donde estaba su proveedor. Una atención al público resolutiva ha sido una de las señas de identidad de Charo, que ha dedicado muchas horas a aconsejarles bien: «Mis clientes han sido en su mayoría turistas, que, además, han sido fieles a lo largo de estos años y venían expresamente a comprar a la tienda, sobre todo alpargatas y también ropa de baño de caballero».

Después de tantos años al frente de un negocio, lo que más le ha gustado es «haber conocido a tanta gente llegada de distintos puntos de España y de todo el mundo. Aunque –sonríe– he acabado harta de tanta alpargata».

Con el cierre de Somoalgodón, Somo pierde un trozo de su historia. De unos inicios en los que prácticamente solo llegaba gente de Santander a haberse convertido, ahora, en una de las grandes referencias turísticas de Cantabria.