Victoria Federica apoya a la firma de moda que tiene 'una flor en el culo'

El olor a césped húmedo embriagaba la sala que acogía la pasarela de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Allí, en primera fila, decenas de veinteañeras lucían zapatillas de un blanco inmaculado con una rosa roja en el lateral, símbolo de la firma Ynésuelves. Las jóvenes, aferradas a su móvil, esperaban ansiosas el inicio del desfile cuando un enjambre de fotógrafos irrumpió inesperadamente en la sala, rodeando una esbelta silueta: la de Victoria Federica con un conjunto fluido con transparencias de estampado animal.

La hija de Jaime de Marichalar y doña Elena es una de las más fieles seguidoras de la marca de su prima lejana. Las fundadoras de la firma son Inés Suelves y su madre, María Osorio Bertrán de Lis, condesa de Villaumbrosa, conocida como La Beltraneja. Está casada con Juan José Suelves Figueroa, marqués de Tamarit, cuya madre era prima segunda de don Juan Carlos. Un linaje que, al igual que la pasión por la moda, une a Inés y Victoria Federica, siempre en la primera fila de los desfiles de Ynésuelves. Sassa de Osma y María García de Jaime flanqueaban a la sobrina de Felipe VI, con quien comentaban la colección, inspirada en la campiña inglesa pero con toques rebeldes, como las camisetas con el eslogan 'Tengo una flor en el culo', en referencia a los vaqueros con el logotipo de la rosa bordada en la parte trasera, una de sus prendas más vendidas, con un precio de 280 euros.

Las flores también fueron el hilo conductor de la propuesta de Hannibal Laguna porque, como el propio diseñador explicó poco antes del desfile a este periódico, «sus clientas viven una eterna primavera». Un público que, por cierto, cada vez es más joven, ya que el valenciano ha sabido adaptarse a las nuevas generaciones de manera envidiable. Una de las ausencias más sonadas en el desfile fue la de Begoña Gómez, quien había asistido en septiembre de 2023 junto a su marido, el presidente Pedro Sánchez. Una notable vacante que ocupó la vicepresidenta Yolanda Díaz.

Por su parte, Isabel Sanchís dio una vuelta de tuerca al concepto de los pétalos en una colaboración con el Instituto Tecnológico de Valencia, creando un par de vestidos inteligentes, logrando el movimiento de la falda como si el viento la meciese. Una fantasía que presenció extasiado el jugador del Real Madrid Endrick, quien se encontraba en primera fila para animar a su esposa, Gabriely Miranda, protagonista en la pasarela. Sobre ella, la firma mostró sus trabajadas piezas con detalles de hebillas y cinturones por doquier. Su resultado siempre es más cercano a la alta costura que al prêt-à-porter gracias al trabajo artesanal en su taller en Benaguasil.

Tal es su éxito internacional que presenta sus diseños cada temporada en un evento privado en el hotel Ritz de París, al que acuden clientes tanto nacionales como internacionales.

La flora también protagonizó la propuesta de Simorra. Las raíces fueron el eje central de una colección inspirada en un estudio realizado por Francis Darwin junto a su padre, Charles Darwin, en el que afirmaban que «las plantas son seres inteligentes». Esta perspectiva marcó el inicio de una línea de investigación que hoy concluye que el sistema de raíces de las plantas actúa como un cerebro, por eso cubrían de un modo conceptual gran parte de sus piezas.

La primera fila se convirtió en un escaparate adicional, donde celebridades y creadoras de contenido lucieron estilismos de las últimas colecciones. Entre ellas, las actrices Ana Fernández y Nadia de Santiago, así como la 'influencer' Alejandra Segura, cuya boda el año pasado fue una de las más virales por sus exquisitos estilismos. También, por el robo de sus zapatos Prada a medida, sustraídos poco antes del enlace.