La inolvidable visita de Elio Berhanyer a Santander

Fui con mi amiga María Luz Fernández, profesora de la Universidad de Cantabria, que era quien me decía quiénes eran algunas de aquellas caras que tanto me sonaban -la duquesa de Franco, la condesa de Romanones y otras muchas aristócratas españolas-. Obviamente, no perdí la oportunidad de invitarle a Santander, ya que por aquel entonces era el coordinador de la desaparecida Semana Internacional de la Moda de Cantabria. Así lo hice, directamente, como también invité con la condesa de Montarco, Charo Palacios, a través de su hija, la distinguida Alejandra de Rojas.

La verdad es que tuve la suerte de contar con María Eugenia Fernández de Castro como cicerone, la misma que me presentó a la princesa Béatrice D'Orléans, hoy gran amiga y con la que he compartido inolvidables momentos y por la que, además, siento un especial cariño. Siempre estaré agradecido a María Eugenia -inteligente donde las haya-, por todo lo que me ha ayudado personal y profesionalmente, cuando hace quince años comencé a trabajar en el mundo de la moda y se puso en marcha aquel experimento que fue 'Santander está de Moda'.

Lo que sí sé es que me permitió conocer a personas increíbles, y no por lo que representaron y representarán siempre, sino por su calidad humana. Y es que siempre he pensado que no se puede ser brillante, si no se es buena persona. Y, precisamente, su calidad humana, es lo que recuerdo de Elio Berhanyer.

Un año más tarde vino a Santander como uno de los invitados especiales, a la 'IV Semana Internacional de la Moda de Cantabria', celebrada en el Palacio de Exposiciones en septiembre de 2006. Givenchy firmaba el 'make-up' oficial de la pasarela, bajo la dirección de José Luis García ('make-up' artist de Givenchy) y Beatriz 'Bety' Díaz, una persona clave esta última de la moda cántabra. También se celebraba el Año Lebaniego, por lo que evento contó con el respaldo del entonces consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Javier López Marcano, quien recibió a los ilustres invitados -cerca de un centenar- en el Palacio de Sobrellano de Comillas. Hasta allí llegaron Elio Berhanyer, Charo Palacios, Béatriz de Orléans y Carla Royo, entre otros.

También desde el otro lado del charco vinieron tres Miss Universo (la mexicana Lupita Jones, la venezolana Bárbara Palacios y la panameña, Justine Pasek), que amadrinaron aquella edición del certamen de la moda cántabra. Ministros de los países participantes, los embajadores en España e incluso el vicepresidente de Honduras, en visita privada, junto a su esposa, Elvin Santos y Becky de Santos, respectivamente. Otras de las bellas invitadas fueron la ex Miss Mundo dominicana, Marisela Álvarez, la ex Miss Venezuela, Veruzka Ramírez, o la modelo y cantante de origen guatemalteco, Deborah David, más conocida como 'La Negra del Tumbao', que protagonizó el conocido vídeo de Celia Cruz.

Hasta casi cien invitados de una docena de nacionalidades contribuyeron a la proyección internacional del evento de la moda cántabra por excelencia, que tenía a Aurora Díaz, esposa del presidente Miguel Ángel Revilla, como madrina y anfitriona de lujo. En aquel momento las redes sociales no existían y la viralidad se conseguía así. Muchos periódicos de los países de procedencia de los invitados publicaban páginas hablando de Santander y de Cantabria. Durante su estancia en Santander, Elio Berhanyser se alojó en el Hotel Real y estuvo en el Gran Casino Sardinero, donde se tomó la foto del reportaje y donde se celebró la presentación de la Semana de la Moda, cuya presentación corrió a cargo de Leticia Mena, coordinadora de Cantabria DModa.

La entonces concejala de Turismo y Festejos, Gema Igual, hoy alcaldesa de Santander, también estuvo allí, apoyando el evento. Y es que ella siempre ha creído y confiado en la moda como sector de dinamización y, al contrario que otros políticos regionales, nunca ha dudado en respaldar un desfile-, consciente del poder de convocatoria de una pasarela, así como de su contribución para el fomento del talento creativo de diseñadores y artistas.

Más allá de su innegable maestría diseñística, pues de eso ya han hablado y hablarán mucho, mi recuerdo personal de Elio Berhanyer es el de un caballero, un gentlemen de la moda y todo un ejemplo de clase y elegancia personal, que se levantaba -el único de los más de 500 asistentes- para aplaudir tras cada uno de los desfiles que presenció en el Palacio de Exposiciones.

Durante la cena de gala, celebrada en el Gran Casino Sardinero -que bien recordará el periodista y escritor Juan Carlos Flores-Gispert-, compartimos una agradable y entrañable velada, llena de 'glamour' del de verdad, del que daban buena cuenta las impresionantes joyas de Charo Montarco. Era otra época y otras personas, que hoy para muchos siguen estando presentes a través de su legado, el de la parte más humana, íntima y sincera, esa que parece que la globalización nos ha hecho olvidar a todos, o casi todos.

¡Elio Berhanyer estará siempre en mi memoria, como su nombre estará siempre unido a la elegancia universal.