Borrar
Los pantalones de campana, toda una tendencia 'revival'.

Ver fotos

Los pantalones de campana, toda una tendencia 'revival'. DM

Vuelve la pesadilla de las cántabras: el pantalón que arrastrabas por el suelo y se empapaba con la lluvia

VIVIR LA MODA ·

Fue un incómodo icono de adolescencia que los diseñadores se han empeñado en recuperar este invierno

MARÍA CALVO

Domingo, 18 de octubre 2020, 13:08

Si algo nos enseñó la moda de principios del 2000 es que siempre hay margen para que las cosas vayan a peor. Los que vivimos a flor de piel la convulsa adolescencia en aquellos años, llevamos a cuestas la deshonra de haber sido, sin ningún género de dudas, la generación peor vestida de la historia. Una afirmación tan rotunda como cierta, y quien se atreva a mirar las primeras fotos digitales de nuestras Olympus podrá corroborarlo. Estrenamos siglo con un manual de estilo escrito por nuestro peor enemigo, que clasificaba el fondo de armario femenino en dos prototipos de looks socialmente aceptados: los que incluían Arts y tops de lycra de Pimkie y los que apostaban por las zapatillas Puma y el polo de Fumarel.

Sin embargo, en medio de este caos y lidiando con estos dos polos opuestos, siempre hubo una prenda que propició la fraternidad entre ambos bandos, contentando por igual a esas jovencitas que se atrevían a machacar su melena a base de mechas fucsias de tres dedos de grosor y a aquellas que andaban a tientas con unos indescriptibles filetones de pelo sobre la frente. Amigas y amigos, 20 años después nos vemos en la obligación de anunciar la resurrección del pantalón con efecto fregona, ese que tu madre aborrecía y que, pizpireta tú, arrastrabas feliz por el suelo. Lo curioso es que muchas adolescentes de hoy se entregan a ellos con convicción, especialmente una 'tribu' a la que han bautizado como 'Cayetanas'.

Tras el furor por los bajos XXL, el largo de los pantalones comenzó a disminuir de manera exponencial durante los años siguientes. Del pitillo pasamos al 'crop', un diseño que llegaba hasta tres o cuatro centímetros por encima del tobillo. Los 'mom', los 'culottes', los 'boyfriend y los recientes 'slouchy' también tienden a quedarse cortos. Sin embargo, durante los últimos doce meses, y en especial a raíz del confinamiento, el dobladillo de los pantalones está volviendo a crecer peligrosamente hasta rozar prácticamente el suelo. Aquí cabe destacar los tres modelos que más se han visto en pasarela y ya se empiezan a intuir en las calles: los tradicionales pantalones de campana con el largo XXL, las nuevas piezas de sastrería y los llamados 'relaxed pants', un diseño holgado para estar cómoda tanto en casa como en la calle. En cualquier caso, la premisa es que cubra el zapato y vayas «barriendo el suelo» como hacías a tus 15 años.

Los pantalones 'flare' (o campana de toda la vida) tienen algo que hacen que nunca les hayamos dicho adiós definitivamente. Quizás sea porque su aire retro nos transporta a una de las décadas más fructíferas de la moda y eso siempre genera atracción, o porque, con la ayuda de algunos centímetros de tacón, son capaces de estilizar cualquier tipo de silueta. Sin embargo, lo que se pretende ahora es, precisamente, lo contrario: llevarlos con zapatos planos para que arrastren lo más posible por el suelo. Acne Studios encabeza la lista, seguida por Versace o Mugler, que recuperan la tendencia en sus colecciones otoño-invierno 2020. Más allá de la estética, su funcionalidad es nula, y más si se añaden flecos, como ocurre con el diseño que ha llevado Tiffany Hsu, directora de compras de MyTheresa, marcándose el más difícil todavía.

Las piezas de sastrería tampoco escapan a la invasión. En los últimos años hemos sido testigos de la revolución del traje, que ha ido evolucionando en consonancia con las tendencias reinantes de cada temporada. El 'oversize' campa a sus anchas en americanas con hombreras y en unos pantalones de pinzas que cada vez son más amplios y más largos. Burberry ha hecho del dos piezas el buque insignia de su colección otoño-invierno 2020 y, pese a que el bajo del pantalón es más largo de lo normal, ha sido la firma más comedida. Carolina Herrera se permite alguna licencia más, mientras que Gucci o Chloé dan libertad total de movimiento a sus pantalones sastre y los combinan con blusas de seda muy especiales.

De menos a más, llegamos a la cúspide de esta tendencia con los pantalones más 'oversize' de todos los tiempos. Durante el confinamiento y gracias a Zara, descubrimos los vaqueros que se han convertido en la sensación del complicado 2020. Se hacen llamar 'relaxed-jeans', son rectos, holgados y tan largos como confortables. Versace juega con su versión 'patchwork', recreando aquellos diseños del año 2000 que jamás pensamos que volverían, Chloé juega con las costuras y Gucci los lleva a su versión más extrema, con detalles rotos y dejándolos arrastrar por el suelo sin complejos.

Pero no es 'denim' todo lo que reluce, porque la hechura XXL también se traduce en tejidos como el cuero o el satén, y en otro tipo de cortes como los cargo o los bombachos. Si creíamos que esto solo iba a ser una utopía de pasarela, debemos informar que ya han llegado a tiendas 'low-cost' como Zara, Mango, & Other Stories o Bimba y Lola para recrear a un precio razonable aquellos looks que Britney Spears o Christina Aguilera nos enseñaron a principios del 2000. Aunque fueron una realidad en institutos, discotecas y calles de nuestras ciudades, nunca fueron funcionales. Que en los días de lluvia el agua de los charcos trepe por el pantalón hasta alcanzar las rodillas fue un error de juventud, una piedra con la que muchos diseñadores quieren que volvamos a tropezar. En plena era de la comodidad, y más en nuestra lluviosa Cantabria, quizás más de una se lo piense antes de caer de nuevo en la tentación.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Vuelve la pesadilla de las cántabras: el pantalón que arrastrabas por el suelo y se empapaba con la lluvia