El juez sobresee la causa contra Nacho Vidal al considerar que no está probado que traficara con cocaína rosa

La estrella del porno Ignacio Jordà González, más conocida por su nombre artístico Nacho Vidal, sigue de capa caída tras acumular una detención más en su ficha policial, pero el actor elude otra vez la cárcel después de pasar una horas en el calabozo.

El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Valencia ha dictado un auto de sobreseimiento provisional de la causa al considerar que no existen indicios suficientes «para acreditar la comisión de un delito contra la salud pública». El auto cita jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo según la cual «la mera posesión de la sustancia estupefaciente no es, por si sola, razón suficiente para considerar que la droga estaba destinada al tráfico».

En concreto, dice que el tráfico de drogas se determina a partir de la sustancia aprehendida, pero también por otras circunstancias como la forma en la que se encuentra preparada o almacenada, el lugar e el que se encuentra, la existencia de material o instrumentos adecuados para traficar o la tenencia de cantidades de dinero no justificado, o la actitud del detenido y su condición, o no, del consumidor, entre otras.

En el caso de la detención de Nacho Vidal en posesión de 120 gramos de 'tusi' o cocaína rosa, el juez detalla que no consta ningún acto de venta ni la búsqueda de compradores, la tenencia de balanzas de precisión, bolsitas o dinero fraccionado, lo que conlleva «al archivo provisional de las diligencias previas», según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. La resolución no es firme y puede ser recurrida en reforma ante el propio juzgado.

Nacho Vidal, que ha sido detenido varias veces en los últimos años por diferentes delitos, se enfrenta a una condena de siete años de cárcel en el juicio que tiene pendiente por la muerte del fotógrafo José Luis Abad en un ritual de veneno de sapo bufo en Enguera. La acusación particular que ejerce un hermano de la víctima pide cuatro años de prisión por el delito de homicidio imprudente y otros tres años de cárcel por un delito contra la salud pública.

Otra de las personas procesadas en esta causa, Verónica J. M., prima del actor y ayudante en el ritual mortal, se enfrenta también a una pena de siete años de prisión por los mismos delitos «al tener participación directa en los hechos y penalmente imputable», según el escrito de acusación.

El tercer implicado, Miguel Ángel C. A., un amigo del actor que se encargaba del mantenimiento de la casa donde murió el fotógrafo, está acusado de un delito de encubrimiento por prestar su colaboración al actor y su prima para ocultar las pruebas que los incriminaban.

Hace pocos días, un juez de Valencia condenó al productor de cine pornográfico a pagar una multa de 8.100 euros por dos delitos contra la seguridad vial: uno por conducir bajo la influencia de drogas y otro por hacerlo sin carné.

Estos hechos sucedieron el 3 de octubre de 2020 en la avenida de Ausiàs March en Valencia. Un policía nacional que se encontraba fuera de servicio llamó al 091 para avisar de la conducción temeraria de un hombre al volante de un Toyota. Circulaba en zigzag y estuvo a punto de chocar contra varios coches, por lo que el agente lo siguió e indicó el itinerario a sus compañeros.

Pocos después, dos patrullas de la Policía Nacional interceptaron el vehículo e identificaron al conductor, Ignacio Jordà, que presentaba síntomas de encontrarse bajo la influencia de alguna sustancia psicotrópica. Cuando salió del coche, el actor se movía de un lado para otro como si se fuera a caer y tenía las pupilas dilatadas por los efectos de una o varias sustancias.

Obedeció a los policías y se sometió al control de alcoholemia y al test salival de detección de sustancias estupefacientes, cuyos resultados fueron negativos, aunque los agentes lo detuvieron por un delito contra la seguridad vial tras comprobar que tenía retirados todos los puntos del carné de conducir.

Tras ser trasladado a La Fe para que le realizaran análisis de sangre y de orina, Vidal reconoció en el hospital que había consumido GHB, una peligrosa sustancia psicotrópica que no detectó el test salival que le realizó la Policía Local.

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