Las claves para que las novias cántabras acierten con un vestido a medida

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Por suerte para todas vosotras, aquí no tendréis que asistir a varias citas antes de conocer al diseñador de vuestro vestido. Lo ideal es que llaméis para pedir cita. Una vez estéis en el atelier, tendréis una entrevista con el diseñador, hablaréis de vuestra forma de vestir, la idea que tienes del vestido, telas, etcétera. Esta parte es importantísima, quizás la más importante, porque de esta cita saldrá el diseño de vuestro vestido. No tengáis prisa y charlar largo y tendido con vuestro diseñador contándole todo lo que necesitéis contarle.

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En esta segunda cita el diseñador os presentará su propuesta inicial, os hablará de volúmenes, telas, cortes y demás. Os presentará un diseño y os dará el presupuesto. En esta cita podéis hacer todas las preguntas que necesitéis aclarar, lo mismo que podéis hacer los cambios que creáis necesarios.

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Una vez tengáis, tanto el diseñador como vosotras, claro cuál va a ser el vestido, pasáis a la toma de medidas. Mi consejo es que llevéis ya la ropa interior que vais a usar ese día.

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Esta parte es la antesala de la primera prueba con el diseñador. En esta parte el diseñador moldea lo que tiene en su cabeza y en sus bocetos para dar forma a lo que será el vestido de tu boda.

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Si vuestro diseñador es de alta costura, en la primera prueba te vas a probar una «a toile» (pronunciado «a tual»). Esto es un prototipo de vestido que tu diseñador preparará para hacer pruebas e investigar antes de cortar las telas definitivas. 'La toile' está hecha a mano con una tela sencilla, pero con ella conseguiréis ver cómo va a ser vuestro vestido, cómo va a ser la caída de la tela, cómo se adaptan los volúmenes a vuestro movimiento. Además, podréis probar todas las variaciones que se os ocurran y vuestro vestido, poco a poco, irá cobrando vida.

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Una vez hayáis probado 'la toile' y le hayáis dado el 'ok' al diseño, pasaréis a tomar la decisión de las telas que elegiréis para que os hagan vuestro vestido. Dependiendo del tipo de tela, el vestido tendrá un volumen u otro, una caída u otra. No es lo mismo una seda natural que un mikado, un bordado, etcétera.

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Y aquí comienza a tener vida propia vuestro vestido. En este momento comienzan a realizarse los cortes y las miles de puntadas que darán forma a lo que será vuestro vestido de novia.

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Es en esta cita cuando os pondréis por primera vez, una parte de vuestro vestido. Digo que una parte y digo bien. A partir de aquí, en cada prueba el vestido irá creándose sobre vuestro cuerpo.

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Dependiendo del diseñador y de cómo vaya la confección del vestido haréis un número de pruebas mayor o menor. Lo mínimo que yo conozco han sido tres pruebas, pero como os digo, depende de muchos factores marcar el número de citas. Tenéis que dejaros guiar y confiar en la persona que habéis contratado para confeccionar lo que será vuestro vestido de novia.

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Este momento suele ser el que más os gusta y es normal. Por fin está terminado y acabado lo que ha sido el proceso de elaboración del vestido. La recogida suele hacerse la misma semana de la boda, salvo que el atelier cierre por vacaciones que entonces puede que os le entreguen unas semanas antes. Mi consejo es que no aceptéis llevaros a casa el vestido más de 3 semanas antes de la boda, pero esto tendréis que hablarlo y pactarlo con el atelier antes de contratar sus servicios.

Y esto es todo por hoy, espero que os haya gustado este post y, sobre todo, espero que os sirva a la hora de elegir que vuestro vestido sea hecho a medida.

Como siempre, os animo a seguir todo el trabajo que desarrollo como 'wedding-planner' con mi equipo, lo podéis encontrar en la página web o en redes sociales: Facebook e Instagram.

Desde Cantabria, historias basadas en bodas reales.

¡Gracias mil!