La Escuela de Danza Gloria Rueda vuelve a los escenarios con el musical de 'Queen'

Entonces accionaron la maquinaria de las coreografías, parando la disciplina de los exámenes que realizan cada año en la 'Royal Academy of Dance' de Londres. Todos los grupos se volcaron de lleno para dar vida a este festival, una suma de talento, pasión y compañerismo. El mejor modo de mostrar a las familias y amigos la evolución en las disciplinas que aprenden en sus centros de El Sardinero y Maliaño: clásico, flamenco y moderno. Estilos que también bailan a lo largo del espectáculo, con una energía que llega al patio de butacas.

Si armar un show así es complejo, Gloria Rueda no se conformaba con ello. Tenía un as en la manga, la compañía, el grupo más profesional y curtido en las tablas. «Queríamos dar un punto de alegría y Fernando Arronte propuso hacer musical. En dos meses lo han montado todo», cuenta orgullosa. Curiosamente, hacía poco tiempo que se emitió en abierto la película 'Bohemian Rhapsody' y se les encendió la bombilla. 'Queen' era el musical perfecto, con sus míticas canciones, para hacer terapia colectiva. «Rápidamente nos pusimos manos a la obra y cuando se lo dijimos a los alumnos su reacción fue de entusiasmo», recuerda.

No faltó un ritual que los artistas conocen bien: el temido 'casting'. «Hicimos una prueba entre los chicos de la escuela para protagonizar el papel de Freddie Mercury y, sin duda, Raúl Merino hizo una audición maravillosa. Incluso maestros de la Compañía de Víctor Ullate en Madrid confirmaron la elección». Cuando se lo comunicaron lo vivió «con mucha ilusión y ganas». Desde los 8 años ha crecido como bailarín en la Escuela –ahora tiene 16– y con el coreógrafo, Fernando Arronte, tiene una relación muy especial, «es como su hermano mayor y mentor», confirma Gloria. El adolescente defiende un espectáculo vibrante, casi como su bigote postizo, que firma su maestro y en el que también hay coreografías de Carolina Fuertes, maestra de baile moderno.

Con tan poco tiempo, han tenido que redoblar ensayos, pero volver a sentir el aplauso del público bien lo merecía. «Decidimos músicas, vestuario, todo tenía que salir perfecto», relata la que fuera Miss Cantabria 1990. Su labor como directora técnica era más invisible, pero ardua. De hecho, tenía confirmado el 22 de diciembre el Palacio de Festivales, «pero al entrar en nivel 1 en tema covid nos lo cancelaron porque llevar tantos niños al 'backstage' era un riesgo. Llamé a otras salas desesperada, hasta que David Gutiérrez me dio dos fechas en el Teatro Salesianos», revela. Aunque estaban acostumbrados a la Sala Argenta del Palacio, había que adaptarse al nuevo espacio. «Ha sido un acierto, hemos estado encantados, es un teatro envolvente, con muy buena acústica, acogedor… Ha sido mágico, parte del éxito», comparte feliz.

Como curiosidad, acostumbrados a grandes montajes, las dimensiones de la nueva sala reducían las opciones de 'atrezzo', así que casi lo dejaron para el final. Literal. «Apenas unos días antes, pedí a una pareja de amigos, Desireé Fariñas y José Izquierdo, que crearan la batería y el piano de 'Queen'. Son unos manitas y reciclando elementos lo hicieron perfecto. Tengo la suerte de que mi gente siempre me apoya incondicionalmente. Además, el profesor y las niñas hicieron las guitarras».

En cuanto a las coreografías, no haremos mucho 'spoiler' por la función pendiente, pero fueron «creándose sobre la marcha, de lo que nos inspiraba la música. Queríamos mezclar estilos, que hubiera 'rock&roll', vestidas con chaquetas y pantalones de cuero, pero peinadas con moños y con puntas de ballet. Nunca nos permitimos perder la esencia de escuela ballet clásico», defiende Rueda.

Entre bambalinas la anfitriona controla todo y no para de dar instrucciones a su familia artística para que brillen en su gran día. «Insisto mucho a mis alumnos en que sean muy teatreros, que salgan a escena a comerse el mundo. No sólo vale tener una buena técnica, hay que creérselo. Semanas antes, les insistí que vieran vídeos para que meterse en el papel y en esa época, ahora lo suyo es el 'reggaeton'. Era necesario que sintieran lo que contaban las canciones y lo han conseguido, transmitiendo el mensaje de 'Queen'».

Fernando Arronte, profesor y coreógrafo de este renovado 'Queen' defiende que el espectáculo tenía sentido para «agradecer a los alumnos y sus familias por haber estado al pie del cañón todo este tiempo de pandemia». Según cuenta, «decidí contar la historia de Freddie Mercury y su banda a través de un ballet clásico y contemporáneo, dando el toque roquero que les distinguía, pero ensalzando la disciplina que enseño en clase». Justamente con su líder podía «visibilizar la presencia de chicos en la danza, que aún es escasa y para muchos puede resultar extraña, cuando se trata de arte», declara.

Ensalza a su pupilo, Raúl Merino, «es un bailarín excepcional. Me encanta trabajar con él, lo da todo, se implica al máximo y siempre tiene una sonrisa en la boca. Siempre tiene ganas de aprender y crecer bailando». Dada su trayectoria profesional, destaca que «el proceso de creación de un espectáculo es muy enriquecedor. Se pasan muchas horas con los alumnos, pero se crea un gran ambiente de convivencia». Para Arronte, ser un ejemplo de bailarín de éxito para las nuevas generaciones «es la satisfacción más grande, personal y profesionalmente».

Gloria Rueda tiene claro que «el 21 es mi número, un referente. No podía pasar sin que este año volviéramos a los escenarios y dedicarle todo este trabajo a mi madre, que falleció hace unos meses. Era mi homenaje, allá donde esté orgullosa de mí, igual que yo de ella». Y lo volverá a hacer este jueves, con el comunicador Jesús Mazón como presentador, con entradas aún disponibles. Como saben, el show debe continuar…