Los reyes Federico y Mary de Dinamarca, bajo escrutinio por sus elevados gastos

En el primer año de reinado de los reyes Federico y Mary de Dinamarca se ha desatado un debate sobre los gastos de la Casa Real y la gestión financiera de la monarquía. Según las últimas informaciones, la pareja real ha incurrido en gastos que ascienden a más de 6,3 millones de euros en bienes y servicios, lo que equivale a un consumo mensual de aproximadamente 527.942 euros, o más de 17.000 euros diarios.

Este incremento en los gastos ha llevado a la prensa danesa a cuestionar la justificación del aumento del 15,3% en la dotación anual de la Casa Real, aprobado por el gobierno al inicio del reinado de Federico. La ministra Mette Frederiksen argumentó en su momento que, mientras la reina Margarita gobernaba en solitario, la nueva configuración de la monarquía incluye a una familia de seis miembros al frente de la jefatura del Estado, lo que justificaría el incremento presupuestario.

Sin embargo, expertos en la monarquía danesa han expresado su preocupación por la magnitud de estos gastos. El medio danés 'SE og HØR' ha señalado que «a mayor ingreso, mayor consumo», sugiriendo que el incremento en la dotación ha llevado a un aumento proporcional en el gasto.

La financiación de la Casa Real danesa proviene principalmente de asignaciones estatales destinadas a cubrir los gastos relacionados con las actividades oficiales, el mantenimiento de las residencias reales y el pago de salarios al personal. Tradicionalmente, la reina Margarita recibía una dotación anual que cubría estos aspectos. Sin embargo, con la ascensión al trono de Federico se aprobó un incremento del 15,3% en esta dotación para adaptarse a las necesidades de una familia real más numerosa.

Al mismo tiempo, también se ha conocido el gasto actual de la reina Margarita II, que, desde que decidió dejar el trono, ha reducido sus gastos considerablemente, quedándose en 1,3 millones de euros en un año, lo que ha hecho inevitables las comparaciones y el contraste ha llevado a algunos sectores de la sociedad danesa a cuestionar la eficiencia en la gestión de los recursos por parte de la nueva pareja real.

Además, hay que tener en cuenta que este dinero corresponde solo a los gastos en bienes y servicios. La cifra se ha obtenido a partir de salir a la luz el importe que el Gobierno ha devuelto a la Corona en concepto IVA, de cuyo pago está exenta. Por tanto, esta partida no incluye los salarios del personal al servicio de la monarquía ya que los sueldos no están sujetos al impuesto sobre el valor añadido. Además, se ha informado que la renovación y mantenimiento de las residencias reales están siendo financiados por el Estado mediante partidas adicionales. Todo esto ha llevado a algunos medios a señalar que se trata de un «aumento salarial oculto».

Igualmente, la prensa danesa ha destacado que, aunque el incremento en la dotación anual de la Casa Real se justificó por la necesidad de adaptarse a una familia real más numerosa, el nivel de gasto actual supera las expectativas. La situación ha generado un debate nacional sobre la transparencia y la responsabilidad financiera de la monarquía danesa. Mientras algunos ciudadanos y expertos consideran que los gastos son excesivos y requieren una mayor supervisión, otros argumentan que la familia real desempeña un papel importante en la representación del país y que los gastos son proporcionales a sus responsabilidades.

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