¿Las agujetas se quitan con más agujetas?

La frase hecha 'las agujetas se quitan con más agujetas' no es del todo cierta, se puede matizar. La adaptación al ejercicio es el único remedio probado que reduce los dolores musculares tardíos, es decir, basta con reducir la intensidad los días posteriores e ir aumentándola progresivamente, pero nunca parar y esperar a que el tiempo los cure -excepto si son demasiado intensos y pueden desembocar en lesiones-. Para que no aumente el dolor, las articulaciones necesitan movimiento para que los músculos no se queden rígidos.

Asimismo, otros remedios caseros, como el agua con azúcar, no se ha demostrado científicamente que actúen como tratamiento para las agujetas. Aunque algunos investigadores creen que el consumo previo al entrenamiento de alimentos, como el café, la cúrcuma o el jengibre; puede favorecer su prevención. No existen estudios que aprueben que ciertos productos concretos eliminen estos dolores, simplemente recomiendan mantener una dieta sana y una rutina constante de ejercicio.

Pese a no caer en la inactividad, es recomendable eliminar temporalmente de la rutina los ejercicios que requieren un esfuerzo físico máximo. Por tanto, se aconseja nadar, andar, montar en bicicleta o correr; todo ello de manera leve. Una recuperación activa se desarrollará de manera más rápida y óptima, por lo que en pocos días desaparecerán por completo las molestias.

Los doctores y fisioterapeutas han visto relación entre el grado de molestias y la cantidad de ejercicios excéntricos, es decir, trabajos en los que los músculos se estiran y se mantiene la contracción; ya que se producen alteraciones de sus componentes y desgarros en las células y en el tejido conjuntivo. Otra teoría se corresponde con la falta de oxígeno en los músculos, que favorece la aparición entre las células de las sustancias que provocan dolor.

Algunas formas de aliviar las agujetas pueden ser calentar antes de comenzar la sesión de entrenamiento, mantenerse hidratado antes, durante y después del ejercicio y estirar una vez finalizado para recuperar la movilidad, evitar lesiones y favorecer la circulación sanguínea.

Por tanto, es necesario distinguir entre los dolores intensos que pueden ser el comienzo de una lesión grave y las molestias leves causadas por el ejercicio extremadamente intenso. En el primer caso, es necesario cesar la actividad física y tratar las dolencia. En cambio, en el segundo caso, las molestias deberían desaparecen por completo como máximo en cinco días y los expertos recomiendan continuar con una rutina de intensidad baja o moderada durante este periodo de tiempo.