El bikini con pezones de Kylie Jenner contra la censura en Instagram

Para reclamar el fin de esta política discriminatoria por parte de la red social, Kylie Jenner, la primera mujer en alcanzar los 300 millones de seguidores en Instagram, se ha plantado un bikini que imita el pecho femenino. La menor del clan Kardashian solo ha necesitado tres palabras ('Free the nipple', es decir, 'liberad el pezón') y dos fotografías con este modelo en cuestión para revolucionar la red social. Su publicación supera los 71.000 comentarios, casi todos positivos, y los 11 millones de 'me gustas', el doble de los que suelen recibir sus fotos.

Con este gesto, la polifacética empresaria ha hecho referencia al movimiento que la activista y cineasta Lina Esco impulsó en 2014 para descriminalizar el cuerpo femenino. Su lucha se convirtió en algo más que fotos sobre liberar al pezón y fue amplificada por estrellas como Miley Cyrus, Scout Willis, Cara Delevingne o Lena Dunham.

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Kylie Jenner ha escogido para su posado un bikini de la colección de Jean Paul Gaultier y la afamada estilista Lotta Volkova, que versionó varias de las piezas icónicas de la casa, como el corsé, los pechos cónicos o los estampados trampantojo. Se trata de un diseño en color carne que tiene los pezones marcados, una pieza con la que la 'influencer' quiere reclamar el derecho de las mujeres a poder enseñar libremente sus pechos en la red social. No es la primera vez que la pequeña de las hermanas Kardashian recurre a este tipo de diseños. En 2019, por ejemplo, vistió un traje de baño, también de Jean Paul Gaultier, inspirado en la Venus de Milo, que también abogaba por visibilizar el cuerpo femenino.

Tampoco el modelo elegido por Jenner es el primer bikini estampado con un pecho de mujer. En 2014, la firma estadounidense The Tata Top lanzó sus primeros bikinis y bañadores estampados con unos pezones para «cuestionar las leyes y normas sociales sexistas».

De hecho, han compartido la foto de Kylie en su cuenta de Instagram para dejar claro que ellos fueron los primeros en demostrar que no hay diferencias entre los pezones de un hombre y una mujer. Y, además, sus bikinis -donan tres dólares de cada venta a distintas asociaciones solidarias- cuestan cinco veces menos que el que luce Jenner.

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