Carmen Martínez Bordiú vende su cabaña de San Roque de Riomiera
VIVIR EN CANTABRIA ·
Uno de los integrantes de La Banda del Capitán Inhumano ha comprado el inmueble que, en su día, reformó a capricho la nieta de FrancoSecciones
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VIVIR EN CANTABRIA ·
Uno de los integrantes de La Banda del Capitán Inhumano ha comprado el inmueble que, en su día, reformó a capricho la nieta de FrancoHa tardado once años en venderla pero, por fin, Carmen Martínez Bordiú ha conseguido 'deshacerse' de la cabaña de San Roque de Riomiera que acondicionó a capricho en los años en los que vivió en la región. Pero cuando se separó de José Campos, ... sus escapadas a Cantabria eran cada vez más escasas y, tras vender en 2017 su piso de El Sardinero -en el edificio que está justo al lado del Hotel Chiqui-, de alguna forma puso aún más distancia. En alguna entrevista ha asegurado que sigue manteniendo relación con varios amigos de la región, y que aquí «hay hoteles buenísimos», pero todavía conservaba la cabaña de los valles pasiegos, «una carga económica inútil por algo que no usaba». La puso en venta por 500.000 euros, y la rebajó a 290.000 cuando vio que era difícil conseguir lo que pedía. Este miércoles se ha conocido que, tras ajustar su precio, ha encontrado comprador.
La inmobiliaria Mikeli, de la que Martínez Bordiú llegó a ser imagen, se ha encargado de encontrar un nuevo dueño. Este periódico ha podido saber que será uno de los integrantes de La Banda del Capitán Inhumano quien disfrute de esta propiedad. Como afirman desde la inmobiliaria «un famoso cantante y compositor de rock español ha encontrado en la cabaña la tranquilidad y el sosiego necesario para sus composiciones». Y es que allí «no hay cobertura móvil», pero «cuenta con una línea de teléfono fijo y televisión».
Cuando la nieta de Franco compró este inmueble, hizo una gran reforma en la que invirtió cerca de 100.000 euros conservando, eso sí, su «sabor pasiego». Las curiosidades y peculiaridades de esta casona se esconden por cada rincón.
Desde su acceso por una bifurcación de caminos entre las rocas se llega una extraordinaria finca de más de 50.000 metros cuadrados, donde está el edificio de piedra y madera y teja. Sus 120 metros cuadrados albergan en dos plantas un salón con chimenea, una cocina, cuatro dormitorios y dos cuartos de baño, en los que la montaña está presente de forma literal ya que una de las bañeras, por ejemplo, está incrustada en la propia roca.
En las fotos del interior de la cabaña hechas públicas para su venta se veían elementos de decoración y muebles que fueron escogidos y diseñados al gusto de su hasta ahora dueña.
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