¿Puedes cancelar un Bizum si te has equivocado de número?

La mayoría de entidades no ha tenido otra que adherirse a un sistema que supera ya los 15 millones de usuarios. Éstos han acometido 370 millones de operaciones por valor de 18.000 millones de euros, resultando los pagos de suscripciones a servicios de streaming, regalos y cenas los conceptos más habituales. Y es que los gorrones ya no tienen cabida en las comilonas entre amigos: cada cual puede abonar exactamente lo que le corresponde, sin argumentar aquello de no llevar suelto.

Con todo, Bizum está motivando problemas a los usuarios menos avispados. La posibilidad de solicitar dinero es confundida por algunos vendedores de artículos, que terminan pagando al supuesto comprador justo lo que esperaban ingresar (algo de lo que alertó recientemente la Policía Nacional).

También se están cometiendo errores al enviar cuantías: las prisas pueden hacer que apoquinemos a un número incorrecto, lo que supone un entuerto de difícil solución. La propia página de soporte de Bizum se muestra clara al respecto: «Los Bizum que se envían a otro usuario no se pueden cancelar. Así de entrada. Si la confusión ha sido fruto de un error al teclear, la forma de solucionarlo pasa por contactar con esa persona y pedirle que te lo devuelva«.

Como alternativa se nos propone contactar con nuestra entidad bancaria para ver qué posibilidades ofrece, aunque no suelen ser muchas: una vez efectuada la transacción por nuestra parte, revertir el proceso es cuanto menos imposible.

La precaución se antoja la mejor medida. Hemos de verificar que todos los datos sean correctos en la pantalla de comprobación, previa al envío del dinero. A este respecto, es conveniente guardar en la agenda del móvil los números de teléfono de los usuarios a quienes enviamos dinero, de este modo podremos seleccionarlos en el listado en lugar de andar tecleándolos (lo que puede inducir a error).

Finalmente, en el supuesto de hacerle un Bizum a alguien que no tenga una cuenta creada, debemos saber que el pago quedará en espera hasta que el destinatario se registre. Si no lo hace en un plazo de dos días, la operación se anulará de forma automática.

En el otro lado de la balanza, podríamos ser nosotros quienes recibamos un pago que no hemos solicitado. En este caso hemos de hablar con nuestro banco para que nos revele el nombre del destinatario.

Si no fuese nadie que conozcamos, procederemos a devolverle el dinero por la misma vía que lo hemos recibido (probablemente se trata de alguien que, efectivamente, se ha confundido al teclear el número).