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Josu García
Sábado, 8 de marzo 2025, 18:29
Fiebre, dolor de cabeza, tos y una sensación de ahogo que puede derivar en un edema pulmonar y que acaba, en muchos casos, con la muerte. Son los síntomas de la enfermedad respiratoria que provoca el Hantavirus, un raro agente infeccioso que acabó con la vida de la pianista Betsy Arakawa, esposa del actor Gene Hackman. Hay que recordar que ambos aparecieron la semana pasada muertos en su rancho de campo de Nuevo México. Estos dos últimos datos (entorno rural y lugar geográfico) tienen su relevancia, como se vera luego, a la hora de entender lo que está pasando con esta dolencia en Estados Unidos.
El Hantavirus es un patógeno que está íntimamente relacionado con los roedores, especialmente con las ratas y ratones. Hay varios linajes repartidos por casi todo el mundo, pero mientras que en Asia y Europa las variantes provocan una serie de hemorragias renales, también graves pero con pocas posibilidades de resultar fatales, la cara más dura de la enfermedad, que consiste en la infección pulmonar, se está dando en América, con una alta tasa de mortalidad.
¿Cómo se transmite? El virus está en las heces, la orina y la saliva de los ratones, principalmente en los silvestres. La zoonosis (paso al humano) se produce de varias maneras: al ser mordido por un roedor infectado o por estar en contacto estrecho con estos animales, pero también de una forma mucho más inquietante e involuntaria. El Hantavirus puede entrar en el sistema respiratorio a través de pequeñas motas de polvo que se generan con el proceso de secado natural de las deposiciones de los ratones. Una vez que el agente infeccioso ha saltado de especie, el contagio ya podría producirse entre humanos a través de la saliva. Pero esto no está del todo demostrado, ya que hay cierta controversia científica al respecto.
Betsy Arakawa murió por el virus pero parece ser que Gene Hackman, que padecía un avanzado Alzheimer a sus 94 años, no estaba contagiado y falleció de un paro cardiaco. La pareja vivía en un rancho de una zona rural de Nuevo México. Este estado es el más afectado por este tipo de zoonosis. Entre 1995 y 2017 se reportaron allí 109 de los 728 casos confirmados en Estados Unidos, casi todos ellos en localidades pequeñas, en áreas no urbanas.
En Canadá, se detectaron 110 casos entre 1989 y 2014. Viendo esto datos, se puede decir que es un virus poco frecuente, aunque con consecuencias muy graves. De hecho, en Canadá el 29% de los infectados falleció.
¿Qué se puede hacer para luchar contra el Hantavirus? En el plano médico, más bien poco. Se ha probado alguna terapia con monoclonales pero no hay demasiada literatura científica sobre los resultados. El campo que aparece ahora como más abierto es el de la investigación. Los expertos creen que se debe estudiar más el virus, su transmisión, su composición y otros aspectos que puedan contribuir a buscar una vacuna para zonas rurales o un tratamiento eficaz.
Lo único en lo que ahora los ciudadanos pueden incidir es en la prevención. El clásico miedo a los ratones puede ser un buen aliado para mantenerse lejos de los roedores, que son el principal reservorio del virus. Extremar la limpieza, acabar con las madrigueras y no dejar comida al descubierto son otras medidas válidas. Hay que recordar que los ratones sobreviven al virus y conviven con el agente infeccioso durante toda su vida.
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