Lomos de salmonete con quinoa y esparragos

Fritos o al horno, sus lomos se convierten en un manjar tan solo acompañándolos con una pizca de sal y unas gotas de aceite de oliva.

Pero nosotros, como casi siempre, vamos a hacerlos de una manera distinta, siempre intentando respetar el producto, y más un pez como éste. Vamos a pedir a nuestro pescadero que nos limpie bien el salmonete y nos saque los lomos, guardando la cabeza y la espina con los que haremos un sabroso caldo.

Llegados a casa nos ponemos manos a la obra. Una vez tengamos los lomos limpios, por supuesto con su piel escamada, vamos a sofreír en una cazuela con un poco de aceite de oliva cebolla, zanahoria, puerro y un trocito picado de jengibre, hasta que tengamos toda la verdura bien pochada. En ese momento añadimos las espinas y la cabeza del salmonete y rehogamos bien, mojándolo seguidamente con agua para hacer un caldo.

Lo dejamos a fuego medio hasta que comience a hervir y, a partir de ese momento, unos 15 minutos serán suficientes para sacarle todo el sabor a todo lo que tenemos en la cazuela. Colamos y reservamos.

En otra cazuela vamos a preparar la quinoa. Ya hemos cocinado otras veces este superalimento, añadimos unas gotas de aceite de oliva y unos espárragos verdes cortados en trozos de medio centímetro más o menos. Lógicamente las puntas las reservaremos para más adelante, solo el tallo, salteamos y reservamos. Seguidamente un par de vasos o tres de nuestro caldo de salmontetes que ya veréis como es un auténtico espectáculo, lo ponemos a hervir y en ese momento añadimos la quinoa, un vaso, lo movemos bien y lo dejamos hirviendo de 12 a 15 minutos tapado.

Transcurrido ese tiempo escurrimos bien y añadimos los trozos de espárrago verde y un buen chorro de aceite de oliva. Lo mezclamos todo y lo ponemos de base en nuestro plato.

En una sartén marcamos a la plancha los lomos de salmonete, primero por la parte de la piel, que intentaremos dejar bien crujiente. Luego lo daremos la vuelta unos instantes para que se acabe de hacer.

Cortamos las puntas de los espárragos por la mitad longitudinalmente y las salteamos en la misma sartén a fuego vivo durante un minuto.

Emplatamos el lomo de salmonete encima de la quinoa y decoramos con las puntas de los espárragos, sal en escamas y unas gotas de aceite de oliva del rico.

Es una receta tan sencilla de hacer como rica, así que ánimo, ya veréis como triunfáis en casa o con vuestros invitados.