Abra Sardinero. Una cocina apetecible con chispa creativa

El restaurante de la semana ·
Al frente del equipo de cocina está Andrea López que trabajó con Nacho Basurto

José Luis Pérez

Santander

Martes, 29 de octubre 2024, 15:07

Con algo más de dos años de trayectoria en un local privilegiado por sus vistas y donde los negocios de hostelería no habían tenido mucha continuidad, Abra Sardinero da muestras de solidez. El restaurante que dirige Javier Palomero ha conseguido forjarse un estilo propio, con ... especialidades reconocibles en cuanto a su base o punto de partida tradicional, pero esto no es una cortapisa para advertir destellos, chispas de creatividad, por parte del equipo de cocina que logra en algunas especilidades convertir conceptos clásicos en platos más deseables, más actuales, más en la línea de los que marca una cocina con ganas de evolucionar.

Imagen de Galeria — Caldereta de rape y langostinos.

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Desde hace unos meses está al frente del equipo de cocina –en total en el restaurante trabajan 29 personas– Andrea López Ceballos, que trabajó con Nacho Basurto y que también ha completado su trayectoria en Redoble o Días desur. Sus ganas de abrirse paso en esta profesión se perciben en el cuidado por los detalles y en el afán de evolucionar la carta y los menús.

Tres caminos

Abra Sardinero ofrece al cliente una triple opción para elegir:carta, menú del día y menú degustación. Este último consta de aperitivo y petit fours, además de cinco pases: rosbeef de picaña, rúcula, mostazas y piñones tostados; buñuelos de cachón con tinta de ali oli; taco de bacalao, pil pil con guiso de sus callos; lingote de lechazo deshuesado, cous cous y yogur de hierbabuena; y tiramisú de pistacho.

Para el menú Abra –27 y 32 euros según sea de lunes a viernes o fin de semana y festivos–, el cliente tiene diferentes opciones en cada plato. Para el entrante se sugieren la ensaladilla; una ensalada con cecina y queso; la calabaza asada con queso; el arroz meloso marinero; el arroz de carrilleras con boletus; y unas pochas con cachón en su tinta con las que la cocinero recrea una fusión mar-tierra muy interesante.

Para el plato principal, se proponen bacalao Club Ranero; adobo de corvina; caldereta de rape y langostinos –que se probó en formato mini y esta muy buena–; codillo de cerdo a baja temperatura; entrecot strogonoff con patatas fritas –interesante y aunque se trata de un clásico hay mucha gente para la que puede ser atractivo por no conocerlo–; y costilla deshuesada.

La carta se cambia cada cuatro meses y resulta atractiva para clientes con diferentes perfiles en cuanto a gustos

En postres, merece la pena probar la tarta de queso al horno; la tarta de chocolate fundido con avellana; el flan de coco con coulís de mango; o los helados.

Antes de entrar con las especialidades de la carta hay que valorar que el restaurante Abra tenga menú para los 'peque', hasta 13 años: uno con rabas, croquetas y patatas fritas caseras, y otro con entrecot, croquetas y patatas.

A la carta

Finalmente, para quien sea más de hacerse su propio menú está la carta, equilibrada, y con el aliciente que se cambia cada cuatro meses ya que este restaurante tiene un perfil por la relación precio-calidad y tipo de cocina que invita a repetir.

En ella podemos encontrar algunos de los platos citados y otros como un puding de merluza; los mejillones escabechados; la tortilla de bacalao; el foie micuit; la gamba gabardina; la llauna de arroz negro de cachón; la crema de coliflor tostada; la menestra de verduras; el sashimi de trucha; el lomo de lubina a la media sal; el ravioli de carrillera –delicioso–; la presa ibérica o algún otro postre casero.