![La alimentación en las personas mayores que viven solas](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2025/02/12/campillo-kG1F-U230843476936eKH-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
![La alimentación en las personas mayores que viven solas](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2025/02/12/campillo-kG1F-U230843476936eKH-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
En España, el 40 por ciento de los mayores de 65 años viven solos. Más de tres millones de personas mayores soportan una soledad no ... deseada. Esto tiene graves repercusiones para su salud física y mental. Yo constató en mi barrio que muchos mayores, con la única persona que hablan a lo largo del día es con la cajera del súper al hacer la compra o con la farmacéutica al retirar las medicinas.
La soledad impuesta afecta negativamente a la alimentación de estas personas: comen mal y cocinan mal. Y esto repercute en su salud y felicidad. Voy a exponer lo que yo considero el principal problema y algunas medidas que son importantes desde mi experiencia; y, por supuesto, son útiles a todas las edades.
El principal problema de alimentación en los extremos de la vida, los mayores y los adolescentes, es lo que yo llamo el embudo alimentario. Para estar sanos necesitamos consumir la mayor variedad posible de alimentos (comer por el lado ancho del embudo). La razón es que unos alimentos tienen unas vitaminas, otros tienen otras; unos tienen unos minerales, otros tienen otros. Así, en la variedad proporcionamos cada semana a nuestro organismo la totalidad de nutrientes que necesita para estar sano. Pero las personas mayores, por su estado de ánimo o la merma de sus facultades físicas o mentales, reducen drásticamente la variedad de alimentos y de guisos con lo que al final se pasan toda la semana comiendo solo unos pocos tipos de alimentos, siempre los mismos, es decir comen por la parte estrecha del embudo y además en poca cantidad. Esto ocasiona que muchos de estas personas mayores, sobre todo las de más edad, vivan en un estado de desnutrición crónica.
Además, el miedo a utilizar los elementos de la cocina, o el desconocimiento del uso (hay quien regala a su mamá de 91 años una freidora de aire) ocasiona guisos monótonos, poco divertidos y poco saludables. Además, hoy día asistimos a otro problema, lo que yo llamo la doble comida en soledad: comer solos en el sentido estricto del término o comer acompañados de sus hijos y nietos que no dejan de mirar el móvil desde que llegan hasta que se van. El asunto es grave y de difícil solución. De hecho hoy les hablo de ello porque mañana viajo para asistir a una reunión de trabajo, de personal de la salud, para tratar este tema.
Hay muchas cosas que puede hacer la familia. Por ejemplo, cocinarles el fin de semana algunos guisos que pueden guardar en envases individualizados en el congelador y descongelar fácilmente en el microondas.
También están poniéndose de moda las secciones de guisos del día, preparados para llevar, en numerosos supermercados.
Y otra medida eficaz sería la distribución a domicilio de platos preparados con o sin subvención, según la situación económica de cada persona.
Creo que las administraciones deberían tomar cartas en este grave asunto que cada vez va a ir a más, y con una población cada vez más envejecida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.