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La Amanita caesarea, en el bosque. DM
Los grandes chefs persiguen la Amanita caesarea en otoño
Cantabria en la Mesa

Los grandes chefs persiguen la Amanita caesarea en otoño

Es una seta tan amada como temida y es la reina de los bosques esta temporada

Diego Ruiz

Santander

Viernes, 29 de octubre 2021, 15:27

Es una seta tan amada como temida. Un manjar de la naturaleza perseguido y deseado por los grandes chefs y que puede resultar altamente tóxica, hasta mortal, si no se es experto a la hora su recolección. La Amanita puede enamorar o dejar importantes secuelas en el organismo, para ello, lo mejor es acudir a los mitólogos, esos expertos en hongos que pueden identificar cuáles son comestibles y cuáles no.

Existen 600 especies diferentes de Amanitas y la mayoría de ellas son tóxicas. Se estima que prácticamente el 95%. El agua favorece su crecimiento en los bosques en los que abundan los alcornoques, castaños, encinas y robles. Especialmente en lugares como las sierras de Gata y Aracena, Pirineos, Aragón, Galicia y Asturias, y, por supuesto, en Soria, ese paraíso de la seta en España. En Cantabria, destacan la zona sur y los valles pasiegos, donde se pueden encontrar algunas de estas setas.

Las no venenosas y apreciadas en gastronomía son la Amanita caesarea, Amanita ponderosa, Amanita rubescens, Amanita jacksonii, Amanita mairei, Amanita vaginata, Amanita baccata, Amanita boudieri, Amanita crocea, Amanita fulva, Amanita ovoidea, Amanita strobiliformis o solitaria y Amanita spissa. Existen otras muchas variedades de amanitas que son comestibles, aunque un rasgo común en casi todas ellas es la necesidad de realizar una buena cocción y prolongada. Muchas de ellas presentan toxicidad que desaparece al cocinarlas. Las más venenosas: Amanita phalloides –mortal–, Amanita muscaria, Amanita pantherina, Amanita verna y Amanita virosa.

La Amanita muscaria es una de las setas más conocidas y representada por su atractivo visual, con un sombrero rojo y gránulos rojos

Navidad

«Todas las setas se pueden comer, pero la mayoría solo una vez». De las 600.000 especies de setas existentes, solo 600 se conocen como comestibles.

Una vez

Para reconocer la 'estrella' de las Amanitas, la Caesarea, hay que tener en cuenta varias señas 'físicas' de identidad: un sombrero de color anaranjado, que puede medir entre ocho y más de 20 cm de diámetro; un pie cilíndrico de un tono más claro, de dos a tres centímetros y con una altura de entre ocho y 15 cm; una volva (base en forma de taza en la que se apoya) blanca y con apariencia de membrana, y una carne de tonalidades del beis al amarillento. No hay que confundirla con la Amanita muscaria o falsa oronja, muy tóxica.

La reina del otoño es, sin duda, esta Amanita caesarea, la más cara del mercado –entre 50 y 100 euros el kilo– y la favorita de los grandes chefs y los emperadores romanos. Laminada, sin más, acompañada de un chorrito de aceite de oliva y sal es un gran manjar. Los cocineros más importantes del país –Quique Dacosta, Juanjo López, Fina Puigdevall, Óscar Velasco– han desarrollado distintas recetas que sirven en sus 'estrellados' restaurantes.

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