«Comamos y bebamos… Es Navidad»
Análisis organoléptico ·
Varios consejos para disfrutar al máximo de la gastronomía en estas fechasÁngel Luis Gómez Calle
Laredo
Miércoles, 25 de diciembre 2024, 09:27
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Análisis organoléptico ·
Varios consejos para disfrutar al máximo de la gastronomía en estas fechasÁngel Luis Gómez Calle
Laredo
Miércoles, 25 de diciembre 2024, 09:27
En estas fechas y en la sociedad en la que vivimos es prácticamente imposible no verse afectado por los innumerables gestos y actitudes que adornan el colorido árbol de la Navidad. La gastronomía, siempre presente en la celebración de fiestas y eventos, ahora también constituye ... un capítulo importante a reseñar. Desde mi atalaya de observador gastronómico, con unas cuantas navidades encima, me atrevo a diseccionar el ente gastronómico navideño en tres etapas o procedimientos: comprar, cocinar y comer.
A la hora de comprar, no nos duelen los gastos; practicamos con frecuencia una opulencia desmedida y en la mayoría de las ocasiones poco justificada. Somos capaces de pagar 150 euros por un kilo de besugo, 1.200 euros por un kilo de angulas y descorchar una botella de vino de 800 euros de la que no te acuerdas de su nombre pero si de que es una de las más caras de España. El oropel y el brillo se convierten en los principales argumentos a la hora de elegir elementos de un menú navideño que sobre todo debe ser caro, inaccesible para la mayoría de los mortales.
Según parece, el cocinar ya no ocupa gran parte de nuestro tiempo, siempre y cuando no tengamos algún canal de YouTube, Instagram o cualquiera de las redes sociales. Si es así, todos somos Arguiñano y la cocina es nuestro sitio de referencia en el hogar, aunque en ocasiones no sepamos dónde se guardan las cazuelas pequeñas.
Hablando en serio, las empresas que nos ofrecen manjares preparados para celebrar estas fiestas han aumentado ostensiblemente en estos últimos años y no es que yo ese en contra de toda esta oferta gastronómica –en ocasiones brillante– sino que me vais a permitir, queridos gastrolectores, reivindicar el disfrute de horas de cocina familiar preparando unas tostadas como las hacía nuestra abuela o unos caracoles como los de nuestra tía Carmen. En la cocina, y sobre todo éstos días, no sólo no perdemos tiempo si no que ganamos vida. Y no olvidéis dejar los experimentos para días menos significados.
Comprar y cocinar son los preámbulos para el acto final, donde realmente se vislumbra toda la enjundia gastronómica de estas fiestas: los almuerzos y cenas de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Encuentros familiares y hogareños que evolucionan al ritmo de la sociedad y se convierten en ocasiones en un despilfarro económico difícil de justificar.
Si me permitís, os dejo unos consejos:
1. Disfrutad con un menú elaborado con productos de proximidad.
2. Procurad que la mayoría de los platos estén listos de antemano (evita levantarse de la mesa a los de siempre).
3. Haced la comida justa; si no, las sobras las comeremos en los días siguientes.
4. Es el momento para un bello mantel y esa cubertería y cristalería que nunca usamos.
5. Con varios vinos las comidas y las cenas son más divertidas, pero beba con moderación.
6. Y sobre todo cuidad lo más importante: el bienestar de todos los que os acompañan.
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