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El producto, principalmente los pescados y mariscos, sigue siendo el eje de su oferta. Abierto hace 36 años al sur de la dársena del Barrio Pesquero, por esta modesta casa de comidas han pasado generaciones de santanderinos –y foráneos–. Especialmente por la frescura de un género de primera como por el cariño y la mano de sus cocineras a la hora de preparar sabrosos y apetecibles guisos de pescadores.
Las cocinas de estos pequeños asadores han sido vitales para que no se pierdan las recetas de las gentes del mar. Aquí se siguen disfrutando el cachón en tinta, la marmita de bonito en su temporada, el consomé de moluscos, la sopa de pescado y las calderetas. De los mariscos y las mariscadas, con centollo, bogavante, cigalas, gambones, carabineros... Los arroces, en especial el negro con cachón, la paella de marisco y el arroz caldoso con bogavante.
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También los pescados, tanto las grandes piezas como las medianas (machote, rodaballo, san martín, lubina o besugo), y los pequeños. En este caso, los bocartes y las sardinas, ahora parrochas, de un tamaño más pequeño, de unas 40-50 piezas por kilo, «están espectaculares». Así seguirán hasta el Carmen, como comenta Jonhy, encargado de La Chulilla.
Santander
Dirección: Avenida Sotileza 36, Barrio Pesquero.
Teléfono: 942 313 655.
Propietarios: Ciano Povedano y Luis Antonio Manrique.
Inaugurado: 1988.
Cocinera: Marlene Angamarca.
Encargado: Jonhy Sierra.
Barra: Raúl de Cos.
Estilo de cocina: Marinera.
Precio medio: 35-45 euros.
Capacidad: 50 comensales.
Terraza: Sí.
Cierra: Lunes, excepto festivos.
Café: Dromedario.
Aparcamiento: Zona del puerto, Varadero y Marqués de la Hermida.
El viaje y la amistad es lo que me atrapó cuando lo leí por primera vez de niña. De lecturas posteriores destacaría cómo Mark Twain nos invita a reflexionar sobre temas como la libertad, inseparable de la dignidad moral inherente al individuo, o la sátira social, capaz de ponernos frente a un espejo de los prejuicios y del racismo de su época. 'El Quijote' sería el paradigma de España y Huckleberry de Estados Unidos.
El viaje y la amistad es lo que me atrapó cuando lo leí por primera vez de niña. De lecturas posteriores destacaría cómo Mark Twain nos invita a reflexionar sobre temas como la libertad, inseparable de la dignidad moral inherente al individuo, o la sátira social, capaz de ponernos frente a un espejo de los prejuicios y del racismo de su época. 'El Quijote' sería el paradigma de España y Huckleberry de Estados Unidos.
El viaje y la amistad es lo que me atrapó cuando lo leí por primera vez de niña. De lecturas posteriores destacaría cómo Mark Twain nos invita a reflexionar sobre temas como la libertad, inseparable de la dignidad moral inherente al individuo, o la sátira social, capaz de ponernos frente a un espejo de los prejuicios y del racismo de su época. 'El Quijote' sería el paradigma de España y Huckleberry de Estados Unidos.
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