La apuesta por un sector estratégico

Fue el presidente del Ejecutivo regional, Miguel Ángel Revilla, que inauguró el evento, quién primero puso el dedo en la llaga. Señaló que el cambio climático está ahí y que «un pueblo sin gente se carga la ecología, las tradiciones y la historia». Afirmó también que antes «el tonto era el que se quedaba en el pueblo, ahora es de inteligentes. Valderredible está a una hora y media de Santander y tiene el mejor río de España». Por eso cree que Cantabria cuenta con un sector agroalimentario de «primera división» y confía en su potencial como «parte de la solución a esa gran preocupación del despoblamiento rural». Por ello garantizó el apoyo de su gobierno a la industria agoalimentaria, a la que ha destinado 37 millones de euros en los últimos diez años.

Revilla destacó el auge de este sector en Cantabria, con 495 empresas, y ventas superiores a los mil millones de euros.

Participó también al foro el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, que anunció que departamento tiene previsto convocar ayudas, por valor de 12 millones de euros para la industria agroalimentaria y pesquera de la región durante el año 2020. Blanco avanzó también la intención de su consejería de redactar un decreto que regule la venta de proximidad y apostar de manera decidida por la sostenibilidad con el fin de dar respuesta a las nuevas tendencias de la demanda del sector, que pasan «por el consumo al alza de productos ecológicos, la preferencia creciente por productos de la marca España y una preocupación cada vez mayor hacia prácticas de consumo responsable y productos sostenibles».

Intervino en primer lugar en este foro Víctor Yuste, director general del Foro Interalimentario, que se sumó a algunas de las reflexiones del presidente. Dijo, entre otras cosas, que «el sector agroalimentario es fundamental para evitar la despoblación rural». Didier Fleury, consultor internacional, fue más contundente al señalar que son preocupantes el cambio climático y la «pérdida progresiva de biodiversidad». Explicó también que la «alimentación sana está en el centro de esta transición ecológica que se vive actualmente».

Un chef con una estrella Michelin y dos soles Repsol, Ignacio Solana, apuesta desde sus inicios por los productos de kilómetro cero y los proveedores locales. «Siempre he ido al origen, al terreno. El día a día me da más seguridad. Con ellos se tiene un contacto que no se tiene con los de fuera». Jorge Mariscal, presidente de Slow Food Cantabria, hizo un repaso al llamado turismo rural, desde las primeras casas de labranza de 1967 al actual agroturismo. «Ahora –afirmó– nos preocupamos más por el medio ambiente y queremos conocerlo».

El redactor jefe de El Diario y coordinador del suplemento Cantabria en la Mesa, José Luis Pérez, habló del deber de las empresas agroalimentarias de acercarse a los medios de comunicación. Mientras que Francisco Nomdedeu, director general de AgroCantabria, aseguró que «nunca hemos comido tan sano y seguro como ahora». Por su parte, la directora general de Pesca y Alimentación, Marta López, hizo un amplio repaso por la actividad de su departamento, incidiendo en tres aspectos fundamentales como son el fomento, la promoción y el control de los productos con sellos de calidad.

Raquel Manzanares, directora de Promoción y Desarrollo Internacional de Sodercán, dijo, entre otras cosas, que las empresas «cada vez exportan de manera más regular y crecen el volumen de año en año». María Luisa Sámano, directora de Citican (Universidad Europea del Atlántico) habló de los trabajos de investigación, y Andrew Dougall de la experiencia inversora en su empresa cervecera de Liérganes.