Don Arsacio y las cebollas

SALUD Y NUTRICIÓN ·
Destaco su machacona recomendación para que aprendiéramos inglés y consumiéramos cebolla cruda a diario o al menos tres o cuatro veces a la semana

José Enrique Campillo

Santander

Jueves, 22 de septiembre 2022, 20:16

En la Facultad de Medicina de Granada tuve un magnífico profesor de la signatura de Patología Médica, el equivalente a la especialidad de Medicina Interna; es decir la columna vertebral de los conocimientos médicos, que se llama Arsacio Peña Yáñez. Observen que uso el verbo ... en presente, no en pasado, porque don Arsacio, que nació el primero de enero de 1914, sigue disfrutando de la vida en su casa de Granada. Me dio clase durante tres cursos entre 1970 y 1972. Es de esos profesores que no se olvidan y a lo largo de los tres años de docencia se acumularon numerosas anécdotas de la que destaco su machacona recomendación para que aprendiéramos inglés y consumiéramos mucha cebolla.

Nuestra juventud nos impelía a reírnos de tales recomendaciones. Luego la vida y el ejercicio de la medicina ha puesto de manifiesto cuánta razón tenía don Arsacio en sus recomendaciones.

Aquí no voy a hablar del inglés, pero sí de la cebolla que don Arsacio consumía diariamente, aunque desconozco la dosis. Pero de lo que estoy seguro es de sus efectos. Hace unos años, con motivo de cumplir cien años, la Facultad de Medicina le rindió un homenaje en el cual don Arsacio impartió una clase (con diapositivas y toda la parafernalia informática) sobre los mecanismos fisiológicos y bioquímicos del envejecimiento. La verdad es que cuando uno rebusca en la bibliografía médica sobre las virtudes saludables de la cebolla se encuentra trabajos muy serios que muestran que la 'Allium cepa' ejerce beneficios en casi todos los problemas de salud que podamos padecer.

Es tal su riqueza en vitaminas (C, E, B y K), fibra, probióticos, minerales y otros compuestos que la cebolla ejerce potentes efectos en numerosos sistemas. La cebolla contiene numerosos compuestos sulfurados (los que nos hacen llorar), como la onionina A, también flavonoides como la quercetina y numerosas antocianinas; todos ellos con potentes efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antiinfecciosos.

En conjunto todos estos compuestos tienen efectos beneficiosos sobre la circulación de la sangre, la hacen más fluida, son diuréticos y depurativos, mejoran el funcionamiento del parto digestivo y reducen el riesgo de padecer cánceres digestivos, tienen efectos metabólicos beneficiosos sobre la glucemia, el colesterol y los triglicéridos y activan el sistema inmunológico.

En la mayor parte de los estudios estos efectos se lograban con la dosis diaria de unos 40 gramos de cebolla cruda, que podemos añadir al guiso que más nos guste; yo pico la cebolla en el gazpacho y en las ensaladas y preparo vinagretas de cebolla pimientos y tomates como guarnición de carnes y pescados.

También todos los estudios sugieren que son más saludables las cebollas moradas y de otros colores que las blancas.

No lo duden, salvo que tengan una especial sensibilidad del estómago con acidez y reflujo, procuren consumir cebolla cruda a diario, o al menos, tres o cuatro veces a la semana. No se si don Arsacio continúa consumiendo cebolla a diario, pero sí sé que va camino de cumplir sus flamantes 109 años de edad.