El besugo blanco que en Japón es sensación

Cultura gastronómica ·
Esta variedad de pescado está muy considerado en el país y en el nuestro es también un manjar por su carne tersa y sabrosa

Isabel González Casares

Torrelavega

Domingo, 11 de junio 2023 | Actualizado 12/06/2023 15:46h.

Conocido también como aligote o pancho bicudo, el besugo blanco es un pescado perfecto para ser preparado al horno, con una carne muy especial, tersa y sabrosa. Para distinguirlo del besugo común, basta con fijarse en que el blanco tiene una mancha negra junto a ... la aleta pectoral y, además, su tamaño puede superar fácilmente los 35 centímetros.

De cuerpo alargado y comprimido lateralmente, su coloración es más pálida, de color blanco-rosada que se acentúa en la parte superior de su cuerpo. Compensa, además, el gasto en el hogar porque su precio es un inferior al del besugo común. Si se quiere mantener una dieta saludable y equilibrada, incluirlo en nuestra alimentación es un buen gesto. Como su 'pariente' el besugo añade muy pocas calorías por porción y aporta vitaminas B-12 y B3, así como selenio, potasio, fósforo, magnesio y hierro. Muy recomendable para seguir una dieta sana y variada.

Curiosidades y características

Qué es. El Pagellus acarne, su nombre científico, es un pez óseo de la familia Sparidae.
Particularidades. Una de ellas, su color, rosado, con una singular línea negra y unos 35 centímetros de largo.
Otros nombres. Pancho bicudo, besugo de arena, besugo chato, bolillo, pagel, buchon u ojogato.
Saludable. Contribuye al buen funcionamiento del organismo, con aportación de vitaminas B–12 y B–3.
En Navidad. En muchas casas es un pescado que no falta en la mesa en las fiestas de Navidad.
Al horno. Como pescado de carne blanca, la mejor manera para disfrutar de su sabor, es al horno, con especias.
Del Atlántico. Y también del Mediterráneo; en ambos mares es donde se puede encontrar este ejemplar.
Antes de Colón. Este pescado semigraso se puede volver azul en invierno, cuando acumula grasa en su cuerpo.
Estaciones frías. Se captura todo el año, pero alcanza su punto idóneo en las estaciones frías y en primavera.

Al horno, entero, a la plancha, en caldereta o frito, con sus patatas, a la donostiarra o a la plancha son recetas sencillas de elaboración y muy adecuadas para los niños y la gente mayor, siempre y cuando se eliminen las espinas de sus lomos.

Es un ejemplar muy valorado en la cocina japonesa, donde está considerado como el rey de los pescados, desde tiempos inmemoriales. Es uno de los manjares más apreciados en las grandes celebraciones e, incluso, forma parte del menú de una boda.

Como manjar que es, conviene cuidarlo mucho a la hora de presentarlo en la mesa. Uno de los buenos consejos sobre todo cuando se elabora al horno, es tenerlo el tiempo adecuado, evitando que se reseque –hay que realizar unos cortes en la carne para facilitar su cocción (180 grados)–. Aunque hay quien no es partidario de realizar corte alguno sobre el pescado para que resulte más fácil sacar los lomos puesto que la piel, sale entera.

Como pez de carne blanca lo mejor es prepararlo al horno, con complementos nutritivos y aromáticos que matizan y potencian sus aromas naturales.

Si se quiere limpiar en casa, lo que ya no es necesario porque nuestro pescadero de confianza se presta a ello sin problema, es un pescado de escama pero fácil de trabajar, por su forma redondeada y porque su carne es dura. Escamar, cortar las aletas, abrir... Resultarán tareas fáciles para quien está acostumbrado ha hacerlo con otros pescados... y con este no es más difícil. Incluso a la hora de filetearlo, eso sí, eliminando con las preceptivas pinzas las espinas lo que se detecta bien con la punta de los dedos.