Bichos que comemos a diario

Ya hablamos de esto en otro artículo. Estos parásitos se pueden eliminar congelando el pescado durante cuatro días a menos veinte grados o cocinándolos de tal forma que se superen los sesenta grados en el interior del pescado.

Los pescados que con más frecuencia portan anisakis son la merluza (95 %), la caballa (80 %), jurel/verdel (67 %) y bacaladilla (60 %). El porcentaje de contaminación en los pescados cultivados es muy bajo, si se hacen las cosas como se debe, ya que la vía de contaminación es la ingesta de pescados contaminados.

Pero, en esta ocasión quiero llamar su atención sobre la cantidad de bichos que nos comemos a diario sin darnos cuenta: insectos, pulgones, ácaros, gorgojos, gusanos, etc.

Los principales proveedores de estos complementos alimenticios son las frutas, las verduras y diversos productos en polvo que tenemos en la cocina como harina, pan rallado o cacao en polvo, entre otros. Las verduras ecológicas suelen contener abundantes inquilinos que a veces resisten un lavado meticuloso. También las frutas.

En España no hay una regulación, pero recurriendo a la norma de la FAO les pongo algunos ejemplos de los límites permitidos para algunos productos. En el zumo de tomate, el límite permitido son cinco huevos de mosca y un gusano por vaso de 200 ml. En las setas hay más libertad, a causa de su forma de cultivo: se admiten hasta 20 gusanos por cada 100 gramos de champiñones. En el zumo de naranja se admiten cinco moscas de la fruta por vaso de 200 ml.

Ya se dan idea de por donde va la cosa. Además está la harina, que al margen de tener su gusano propio (el tenebris), en el bote de harina acaban abundando ácaros y gorgojos.

En general hay que tener un poco de cuidado con esos productos ya que mientras los usamos dejamos la tapa abierta o, peor aún, volvemos a guardar lo que nos ha sobrado de empanar. Una mosca puede haber aprovechado el momento para poner sus huevecillos en un buen alimento.

Luego están los alimentos que traen sus propios insectos incorporados, como sucede con los higos que llevan en su interior las pequeñas avispas que los polinizan. Ahora hay higueras híbridas cuyos higos ya vienen sin avispas.

No se agobien, pero la estadística muestra que cada español, haga lo que haga, acaba consumiendo un kilo de bichos al año sin saberlo.

Nos queda la seguridad de «lo que no mata engorda» y que los ácidos del estómago y las enzimas digestivas digieren estos bichos y liberan las excelentes proteínas que contienen.

Con respecto al pescado yo sigo los consejos de mi abuela Pura: «Ni comas crudo, ni andes con el pie desnudo».