Jornadas de carne tudanca en el Nuevo Balneario de Suances

Desde el año 2015 el Nuevo Balneario de Suances tiene nuevos argumentos sólidos de la mano de su nueva propietaria, Paz Barrio, que ha dotado a este emblemático establecimiento, ubicado estratégicamente sobre la playa de la Concha, de una personalidad y de unos atractivos que le han convertido es un opción muy interesante para comer en la villa marinera.

En su carta tienen una gran acogida los pescados del día y los arroces, y para compartir las raciones que más demanda tienen son las zamburiñas, el pulpo, las almejas y las navajas. A pesar de su vocación marinera, el Nuevo Balneario de Suances también cuida el capítulo de las carnes, destacando el entrecot, el solomillo y el magret de pato.

Al hilo del buen nivel de carnes que exhibe en el día a día, y para aprovechar este mes de noviembre sombrío en la turística localidad de Suances, el Nuevo Balneario ha programado desde el día 1 y hasta el 17 las primeras jornadas de la ternera tudanca. Y para ello, desde la cocina que dirige Pedro Moreno se ha diseñado una carta específica con una decena de especialidades que permiten al cliente configurarse su propio menú o probar alguno de estos platos mientras degusta otras sugerencias de la carta habitual del restaurante.

El primer paso para conseguir el éxito de estas jornadas era abastecerse de una materia prima de calidad. Se adquirió al ganadero Carlos Fidel Vejo una ternera tudanca de Liébana, criada en el entorno de la localidad de Caloca y sacrificada en el matadero de Guarnizo con diez meses, de los cuales los siete primeros estuvo mamando directamente de su madre y los tres últimos cebándose con pienso y algo de hierba. Esta alimentación es la que luego sirve explicar el sabor de la carne. En este caso, el animal, que pesó 500 kg en vivo y 230 en canal, tiene más sabor de lo que se puede imaginar para una ternera. Así lo destaca el chef Pedro Moreno, quien aprovecha toda la carne para elaborar los diferentes platos de las jornadas.

No es fácil realizar la selección de platos entre la decena de propuestas. De comienzo, parece imprescindible detenerse en un carpaccio de ternera con aceite de oliva y un parmesano. En esta ocasión presentan conjuntamente con este plato la ensalada de roast-beef de ternera acompañada con una guarnición de frutos rojos.

Resulta delicioso el steak tartar, que José Afonso prepara en sala delante del cliente, como ocurre también con uno de los postres, las fresas estofadas con helado de nata. El cliente puede sugerir el punto de picante que le gusta más.

A medida que avanzamos, los platos, de corte clásico, adquieren un mayor protagonismo. Es el caso del guiso de ternera al estilo tradicional, los callos, las albóndigas o la chuleta de ternera. La carne tiene una excelente textura y frente a lo que podría imaginarse tiene sabor, algo que caracteriza a la tudanca, una raza autóctona de Cantabria que ha estado en peligro de extinción y que en los últimos años está adquiriendo un creciente protagonismo a partir de buenas prácticas de todos los agentes implicados en su desarrollo.

Otra opción para el entrante puede ser el arroz meloso con carne de tudanca, una alternativa a las recetas más comúnmente empleadas con arroz por los cocineros. Antes de llegar a los postres, referir dos últimas propuestas, unos escalopines albardados acompañados de una salsa de queso picón de Tresviso o unas patatas guisadas con ternera.

Buen servicio de sala, que elabora algunos platos en sala, como el referido postre de fresas.