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La carne es protagonista en la Taberna Restaurante L'Argolla, un establecimiento ubicado en la localidad de Carandía de Piélagos, junto a la carretera nacional 623. Bajo la dirección de los conocidos hosteleros Óscar Lisaso y Nuria Villanueva, cumple ya seis años de una trayectoria que han logrado consolidar en base a una oferta basada en una carta del todo apta no solo para el rico picoteo, sino para degustar menús en los que la materia prima, la buena carne, principalmente, está muy representada.
Así que los 'carnívoros' tienen en este establecimiento un punto estratégico para degustar uno de sus platos centrales de una carta muy variada, y de precios asequibles (menú del día, 9,90 euros): el chuletón a la piedra (29 euros/kilo), acompañado de unos pimientos y patatas fritas y sus torreznos. No se queda fuera el entrecot. «La carne es de Anievas, de aquí, de la tierra», explica Óscar que ha convertido la antigua casa familiar en una taberna en la que destacan los distintos comedores, en la planta baja y en la planta superior (incluido un reservado) y, sobre todo, las terrazas.
En su buen concepto de taberna el surtido de picoteo es muy variado. Croquetas caseras (8 euros), mollejas (8,50), morcilla (7 euros), rabas (7,50), surtido de fritos (8 euros). Por no hablar de las sartenes, «que son tan demandadas o más que las raciones», dice Nuria. Aquí también la oferta es muy completa: de gulas y gambas (8,50 euros), de jijas y morcilla (8,50), o de morcilla, pimientos y cebolla (8,50). Y en ensaladas la carta no se queda corta: de queso de cabra, templada de gulas y cangrejo, de pollo y bacon o de ventresca (12 euros la unidad).
No obstante, en L'Argolla hay un plato muy, muy especial que le ha dado fama en toda la zona: la hamburguesa. Las versiones que han sabido crear partiendo de un concepto muy norteamericano de la comida rápida, impresionan. A la hamburguesa tradicional, con queso, completa, especial o, incluso vegana (de los 4,50 euros a los 10), 'saltamos' a las hamburguesas 'De Cantabria', con carne, por supuesto, 'made in'. La selección es tan original como los nombres que tienen. Está la Hamburguesa Buelna, con queso brie, tierno, gouda y a la pimienta. La Peña Cabarga, con queso parmesano, albahaca y pipas de girasol. O la Hamburguesa Liébana, con paleta ibérica y queso manchego (10 euros la unidad).
Los sandwiches forman parte, también, del acierto de esta casa a la hora de encajar con los gustos de una clientela ya muy asentada. En esta carta, encontramos el mixto, el ventana (mixto con huevo), el California, por supuesto el especial (California, acompañado con bacon y tortilla) y el L'Argolla (de los 3,60 euros a los 6,90). Se puede complementar este apartado con las pizzas, para personalizar en base a unos ingredientes a elegir por parte de los comensales.
El establecimiento elabora menús cerrados, para dos personas y con un precio que va de los 32 a los 52 euros. «Es una fórmula que nos está funcionando muy bien porque hacemos unas propuestas o recomendaciones con nuestra carta para que a los comensales les resulte más sencilla y rápida la elección».
Y en esa carta no faltan los pescados «el pulpo a la plancha se puede decir que es otra de nuestras especialidades», ni los postres, igualmente variados, ahora en plena temporada de verano, destacando la selección de helados.
«Todo lo que se puede comer en esta casa», dicen Óscar y Nuria, «se puede hacer para llevar a casa, incluidos los menús». El menú fin de semana cuesta 17 euros y el especial (con solomillo o lechazo), 25. El menú infantil, cuesta 10 euros.
«Estamos trabajando bien este verano, aunque el tiempo no está acompañando en absoluto», dicen los propietarios de esta taberna que tiene al frente de su cocina a Marina López. Junto a ella están Malen Ortiz y Geli Peña.
Con una capacidad aproximada para acoger en sus comedores a más de un centenar de personas, el establecimiento es de lo más recomendable para disfrutar de una buena comida, de un buen picoteo, o de una buena cena. «Habitualmente estamos sirviendo unas 40 comidas al día. En fin de semana se nota más el ambiente, sobre todo en las cenas. Ahí solemos llegar al centenar». El local dispone de un cómodo aparcamiento anexo, junto a la carretera nacional.
Otro servicio del que se sienten orgullosos, especialmente Nuria es un cáterin con mucha variedad de pinchos: «En el que servimos con motivo de la gala del deporte del Ayuntamiento de Piélagos, presentamos 6.000. También damos desayunos y comidas de empresa». Se nota la buena profesionalidad de estos dos hosteleros y su veteranía en una actividad que requiere una constante atención al cliente para que este se sienta cómodo. Y esto último se consigue en L'Argolla, ubicada junto al Pas y en plena naturaleza, otro aliciente más.
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