Cómo hacer unos ricos huevos revueltos

Lo verdaderamente interesante es que los podemos acompañar casi de cualquier cosa, además del clásico bacon, jamón o cualquier embutido que se os ocurra. Las verduras son buenísimas acompañantes de estos huevos, los champiñones, los tomates e incluso el aguacate. A mí me vuelven loco unas tostadas con unos buenos huevos revueltos, aguacate y bacon bien crujiente.

Aunque a simple vista lo que más apetece del plato es cualquier cosa menos los huevos, os aseguro que si los hacéis bien los demás ingredientes quedarán relegados al ostracismo y esos huevos encumbrados en el Olimpo del desayuno.

Lo primero de todo y fundamentalmente es elegir unos huevos en condiciones, a poder ser de gallinas criadas en libertad, bien alimentadas y por supuesto frescos. No hay que escatimar en los huevos, siempre que se pueda hay que elegir los mejores.

Lo segundo es que los vamos a hacer al baño maría, con una cazuela con agua. Pondremos encima de ésta un bol, a poder ser de acero, en el que, con una espátula iremos removiendo los huevos ya batidos, siempre en la misma dirección y uniformemente; aunque es un método que puede resultar un poco más largo que al hacerlos en una sartén tradicional os aseguro que el resultado es tan sorprendente que no os importará madrugar un poco más para prepararlos así por la mañana.

Como os comento, es importante que el bol sea de acero porque aguanta mejor la temperatura, aunque hay algunos de cristal en los que también se pueden hacer.

No es necesario poner una gran cantidad de agua en la cazuela, con unos cuatro dedos es suficiente, y tampoco queremos tener el fuego a una temperatura muy alta: que el agua no hierva porque el resultado no es el mismo.

Vamos removiendo con una espátula o unas varillas hasta que veamos que se va convirtiendo en una mezcla mas homogénea, más untuosa, que adquiera consistencia a cada vuelta que vamos dando. No os precipitéis y subáis la temperatura, a fuego medio bajo está bien, es un proceso de coagulación, con lo cual si lo subimos demasiado se seca y es cuando nos quedan los huevos como un corcho. Tened la paciencia suficiente como para aguantar unos 15 minutos y veréis que maravilla.

Una vez tengamos los huevos, tostamos un par de rebanadas de pan las añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, dejamos caer encima los huevos revueltos, cortamos un aguacate en láminas finas y ponemos unas lonchas de bacon a la plancha, dándolas la vuelta cada poco para que se vayan haciendo por igual y soltando la grasa, de esta manera nos quedarán bien crujientes. Tenemos un desayuno perfecto para empezar el día con energía.