El cántabro Roberto Santamaría, el anfitrión perfecto para los huéspedes del Boho Club de Marbella

El primer destino de 'España en la Mesa' es Marbella, en concreto Boho Club, un resort de lujo con un ambiente distinguido y en un entorno privilegiado, situado entre La Milla de Oro de Marbella y Puerto Banús. Se trata de un hotel de reciente apertura que tiene 21 confortables habitaciones y nueve suites bungalows enmarcado en un complejo de exuberante vegetación. Aquí oficia el chef malagueño Diego del Río que formula una gastronomía basada en la cocina andaluza con influencias internacionales. Una maravillosa terraza, un bar con una amplia carta de cócteles, dos DJ residentes y gimnasio al aire libre completan la oferta de entretenimiento para sus huéspedes y visitantes.

Antes de entrar en la cocina, hay que destacar la presencia de un cántabro en el staff directivo del hotel. Se trata de Roberto Santamaría (Molledo, 37 años), un anfitrión perfecto que ha encontrado en la hostelería un acomodo perfecto tras trabajar durante una década en Cantabria en una empresa de mantenimiento. Ya con cierta edad, no dudó en formarse, aprender idiomas, estudiar dirección hotelera en Les Roches (Suiza) y reiniciar su andadura profesional en varios hoteles en Londres. La experiencia acumulada allí y su valía le permitieron llegar a Boho Club donde demuestra a diario su capacidad de gestión, de relaciones públicas y de trabajar en equipo para impulsar un proyecto empresarial de capital sueco que proyecta crecer en España.

Cuando se habla de Marbella se maneja el tópico de un lujo excéntrico y de formatos turísticos desproporcionados en sus diferentes facetas. Pero no todo es así y un buen ejemplo es Boho Club, donde el ambiente y su gastronomía sensata, honesta y al mismo tiempo brillante ayudan a completar un experiencia inolvidable.

Diego del Río, su chef, acumula ocho años con una estrella Michelin en Los Lagos. Demuestra con sus propuestas talento y creatividad pero sin olvidar sus raíces y su entorno. Maneja con destreza el producto cercano, las técnicas y planteamiento de la cocina actual y consigue excelsos resultados con platos muy bien presentados, con sabor y unas combinaciones de ingredientes sensatas. Aunque la oferta de restauración es muy plural, el precio no debe asustar porque en Boho Club existe un menú de 28 €, mientras el degustación está en 85€.

La ostra con ceviche de mango; la croqueta de carabinero en su tartar; una sublime sopa de maíz con verduras encurtidas; las gambas blancas ahumadas con crema templada de hinojo y lemongrass; los ravioli de calabaza asada, labneh, amaretti y trufa; el salmonete; la paletilla de chivo lechal con labneh, chutney de cebolla y hierbabuena; el pulpo frito en tempura; el cogollo de lechuga a la brasa, yuzu, pistacho, encurtidos y anchoas; el coquelet a la brasa con verduras; o el udom ibérico con cochinillo frito y setas de temporada son platos memorables que marcan un estilo personal del chef y que entusiasman al comensal. Los postres, cócteles y la tabla de quesos, al mismo nivel.