La cebolla perla que encurtida abre el apetito

Cultura gastronómica ·
De origen holandés, tiene más vinculación familiar con el puerro que con la cebolla. Es un ingrediente indispensable, por ejemplo, para decorar un martini y puede incorporarse a sofritos y guarniciones

Isabel González Casares

Santander

Miércoles, 10 de enero 2024, 21:59

La cebolla perla es una variedad de cebolla que se caracteriza por su pequeño tamaño y porque es redonda. Su piel es de color marrón claro y su carne, blanca y suave. Cada vez son más valoradas por su dulce y delicado sabor y se pueden degustar como acompañamiento, batidas, tostadas o glaseadas. En escabeche resultan un adorno excelente para los martinis.

De origen holandés, tiene más vinculación familiar con el puerro que con la cebolla. Junto a su textura jugosa y crujiente, su carácter es único, con esa fusión de sabores, delicado y ácido al tiempo y por lo que resultan muy versátiles en cualquier tipo de plato.

Además, hay que resaltar sus beneficios para la salud, puesto que ayudan a reducir el colesterol, colaboran en el control del ácido úrico, son un buen tonificante del hígado y tienen un 1% de contenido graso, resultando perfectas como aperitivo para saciar el hambre.

Características y curiosidades

Qué es. Una variedad de cebolla de tamaño pequeño, redondo y de piel marrón claro y carne blanca y suave.
Otros nombres. Según la ubicación geográfica, también se la llama cebolleta y en francés «oignon grelot».Muy popular. En sopas y guisos, su sabor resulta más suave y puede recordar al puerro.
Encurtidos. Esta elaboración es la más popular, siendo un aperitivo perfecto para la hora del vermut.
Beneficios. Ayudan a reducir el colesterol y colaboran en el control del ácido úrico, con escaso contenido graso.
Todo el año. Entre sus muchas ventajas, una de ellas es que las podemos encontrar todo el año en los mercados.
En la historia. Hay indicios de que los romanos consumían regularmente pepinillos y cebollitas encurtidas.
Protagonistas. Las cebollitas perla ya formaban parte de la cocina andalusí, con la ocupación árabe.
Tipismo. Es frecuente encontrarlas en los puestos de mercados locales, más allá de los ultramarinos.

Es ideal para incorporar a sofritos, salsas o guarniciones porque es crujiente y de fuerte sabor sin hacer notar su ligero picor. Caramelizada es una delicia. Pero como tal vez sean más conocidas es cuando se disfrutan encurtidas. En este formato son 'estrellas' indiscutibles. En tapas, en banderillas, en ensaladas o en bocadillos. Es un privilegio comerlas, además de una opción de lo más saludable y que abre el apetito de cara al plato principal del día. Cuando se consumen en estado natural fresco puede resultar complicado pelarlas lo que se puede evitar con un sencillo gesto: sumergirlas en agua caliente. De esta manera, la piel se desliza suavemente. A la hora de cocinarlas, otro consejo. No picarlas muy fino porque cambiará su sabor y perderán zumo. Es mucho mejor probarlas enteras, asadas, y dejarlas incluso con su cáscara característica.

Las podemos encontrar en los mercados todos los días del año, y el sabor es el mismo, independientemente de la estación, lo cual no deja de ser una gran ventaja. A la hora de comprarlas hay que seguir los mismos consejos que con las cebollas amarillas: elegir las más consistentes y que sean más pesadas de lo que parecen por su tamaño. Y deben almacenarse en un lugar oscuro, seco y fresco, con el único inconveniente de que son más perecederas que las cebollas amarillas.

Este tipo de cebolla es muy popular en la cocina latinoamericana, donde se añade a los huevos rancheros, a los frijoles refritos o al picadillo cubano.

Sin duda estamos hablando de un producto exquisito con el que elaborar, por ejemplo, un glaseado de alta cocina.