Ciclo cumple dos años entre pescados salvajes y carnes a la brasa

Rafaela llegó a España desde Paraná en 2005 y siempre ha oficiado en Cantabria en el sector de la hostelería, desde los 15 años. Valeria, por su parte, llegó en 2010 desde Belém y ha coincidido con Valeria en el Grupo Amita, La Cala y El Nuevo Molino. En 2019 fue subcampeona de Chef Cantabria, cuando se formaba en Las Carolinas.

Hace tres años se plantearon ir a Madrid a trabajar para crecer profesionalmente, pero con la idea de volver a Cantabria. Entonces surgió la oportunidad de Ciclo, y ciertamente la están aprovechando.

El cliente de Ciclo puede disfrutar con platos tan tradicionales como el cocido montañés, las anchoas de Cantabria, las croquetas de jamón ibérico, los torreznos fritos, las patatas bravas, el chuletón de tudanca, los mejillones o una hamburguesa de elaboración propia, de carne de tudanca (Quintana) con 250 gr y una guarnición especial con queso de nata de Cantabria.

Pero, los alicientes llegan a partir de la brasa. El dominio de la técnica para sacar el máximo partido al Josper sin cruzar la raya donde el humo es invasivo, ha permitido a Rafaela en la cocina dar un toque a muchos productos –más allá de las carnes de tudanca y los pescados que llegan directamente de la lonja– y guarniciones. Casi todos los platos tienen algún elemento que gana en matices con el muy sutil paso por las brasas. Y eso se nota en los imprescindibles de la carta como los tortos de maíz –el plato más demandado–; la picaña con yuca frita y chimichurri;la burger o las mollejas de vaca.

Hablando de nuevas incorporaciones, coincidiendo con el segundo aniversario, Ciclo ha incorporado platos nuevos sin renunciar, por ejemplo, a básicos con el cocido montañés. Estar en el valle de Cabuérniga es algo esencial que siempre está aquí presente en la cocina.

Así se han sumado una ensalada amazónica inspirada en Brasil; el solomillo de vaca con posibilidad de guarnición de salsa de queso picón;las cebolletas frescas a la brasa con romesco de cacahuetes; las patatas bravas ahora con una guarnición de salsa de rocoto y chorizo, chimichurri y piparras encurtidas;la costilla de cerdo a la barbacoa de guayaba, chipotle, patatas y ensalada de col; el paté de puerros asado a la brasa hecho con queso láctico de Cudaña; o el bizcocho de maíz presentado templado en sartén, con helado de mascarpone y queso rallado Supra de Cudaña. «No lo estamos haciendo mal», es la conclusión de Rafaela y Valeria, con entusiasmo y empuje para seguir creciendo entre los tradicional y los toques de fusión.

Dirección: Barrio Monasterio 14, Ruente. Junto a la carretera Cabezón de la Sal-Reinosa y la Fuentona.

Teléfono: 660 647 077.

Propietarios: Toni González (chef del restaurante El Nuevo Molino, de Puente Arce), Rafaela Pierobon y Valeria Araujo.

Inaugurado: 22 de marzo de 2022.

Cocina: Rafaela Pierobon.

Sala: Valeria Araujo.

Estilo de cocina: Tradicional con algunos guiños de fusión por el origen brasileño de la cocinera.

Precio medio de la carta: 30-40 euros.

Menú diario: No.

Capacidad: 35-40 comensales.

Terraza: Sí, unas 50 plazas.

Horario: De 11 horas a fin del servicio de cenas.

Cierra: Lunes y martes, excepto festivos. A partir de abrirá todas las noches y cerrará solo el lunes y noche de martes.

Bodega: Unas 60 referencias.

Café: Dromedario.

Wifi: Sí.

Aparcamiento: Sí.

Distinción: Solete Repsol.