Clásicos de la casa y producto de temporada en el Castellano de la calle Burgos de Santander

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Este restaurante ofrece entre sus sugerencias tomates y carnes de vacuno de Ucieda; albóndigas de costera y cocido montañés para llevar

Alicia Del Castillo

Santander

Viernes, 17 de junio 2022, 18:40

En apenas un mes, Marta Roales y Marcos Iñarra cumplirán tres años al frente del Castellano, sin perder la ilusión y con más ganas que nunca de emprender nuevos proyectos. Tres años dan para mucho y de una pandemia que no ha hecho más que complicar la vida a los hosteleros, han salido reforzados.

En julio de 2019 apostaron por dar continuidad a este clásico de la peatonal calle Burgos que, poco a poco, ha ido rejuveneciendo y refrescando su propuesta, manteniendo esas referencias que son seña de identidad de la casa como son las tapas de la barra, las tablas de quesos, las rabas y las croquetas, los ibéricos y el jamón Joselito. También el lechazo asado (las chuletillas son por encargo), los callos y las albóndigas con patatas, fieles al estilo Castellano, así como su laureado cocido montañés, que se ofrece todos los días del año, principalmente para llevar.

Excelente producto de mercado

Marta y Marcos posicionan la nueva etapa del Castellano entre la tradición y la evolución, «siempre con excelente producto de mercado» porque al margen de las raciones y los platos habituales de la carta, cada día ofrecen sus recomendaciones y, de lunes a viernes, menú del día equilibrado de 15 euros. Como sugerencia, ya de temporada, los tomates de Ucieda, aliñados en ensalada y con cebolla morada; unos bocartes rebozados y otros pescados del día, siempre de la lonja. En carta no falta la merluza de la Plaza, a la plancha o rebozada y con ali oli; y las albóndigas de pescado de costera. Pregunten si las tienen de sarda, probablemente sean las últimas de la temporada.

Del municipio de Ruente, también de Ucieda, proceden las carnes de pasto, de vaca vieja o pinta, que se trabajan en El Castellano. Además de solomillo y entrecot, chuletón troceado con una maduración de 35 a 45 días. De cerdo, las carrilleras estofadas, un clásico.

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