Cocina de mercado, los clásicos nunca fallan en la mítica cafetería Picos de Europa

El entusiasmo con el que Chuchi Bedoya, propietario de Picos de Europa, programaba a comienzos de este 2020 todos los actos que se iban a ir organizando con motivo del 70 aniversario de esta mítica cafetería, vecina de la calle Vargas desde los años 50, se desvanecía en el mes de marzo.

Salvado el verano y con un otoño que ha caído como una «pedrea de Navidad», Picos sigue al pie del cañón, dando servicio en la terraza que tienen a comienzo de la peatonal calle Burgos, si el tiempo lo permite, o para llevar, recogiendo en el local o a través de la plataforma Just Eat. «Acabamos de poner en marcha el envío a domicilio» afirma Chuchi. «Llevábamos tiempo dando vueltas a este tema porque es un servicio que está en auge, y más en estos tiempos, sino tendríamos que cerrar».

En este histórico establecimiento de la calle Vargas, de referencia para todos los santanderinos, se mantiene al frente de la cocina José Revuelta, fiel a la gastronomía clásica y a la calidad del producto. Picos se adapta a todos los momentos del día con una carta de barra o cafetería, con pinchos, raciones, hamburguesas, sandwiches, meriendas con chocolate con churros, y otra más propia de restaurante donde los platos responden a una cocina de mercado.

Las cálidas temperaturas del otoño están alargando la temporada de los tomates, y animan a tomar una rica ensalada. En carta disponen de varias para elegir: de tomate de Cantabria con un aliño de aceite y sal, o con ventresca y cebolla roja de Liébana; la siempre bien recibida ensaladilla rusa o más otoñales, de setas a la plancha con refrito de gambas, de setas hongos y bacon o de trigueros a la plancha con virutas de jamón Joselito.

El picoteo no puede faltar en Picos, con amplia variedad de raciones: jamón ibérico, cecina de León, queso DO Bejes Tresviso, rabas, croquetas, mejillones en salsa, patatas bravas o ali oli, anchoas de Santoña, morcilla de Burgos, molleja, callos... Y tampoco sus premiados cocidos, el montañés (todos los martes y sábados por 8 euros la ración) y el lebaniego -2º en la Ruta de los Pucheros 2020- a 13,50 euros (los miércoles y domingos), que ahora también se incluyen en el servicio 'delivery'.

En pescados, pocas variaciones. De lonja del día y no fallan la merluza del Cantábrico, a la plancha o rebozada, cogote al horno o plancha y bacalao, encebollado y con setas. En carnes, además de las hamburguesas disponibles en la carta de la cafetería, entrecot troceado, escalope milanesa, carrilleras ibéricas al vino tinto y pollo crujiente al estilo Picos, acompañado de dos salsas.

El menú diario (también disponible el fin de semana) se cuida mucho, tanto en la selección de materias primas como en la variedad y presentación de los platos, donde son habituales pucheros (los cocidos también se incluyen en el menú) y guisos variados como las albóndigas de merluza en salsa verde. Y de cara a las fiestas, como todos los años, cocinarán para llevar a casa previo encargo clásicos de Navidad como lechazo asado, pastel de cabracho, pescados frescos al horno, merluza rellena de centollo, carrilleras ibéricas al vino tinto, torrijas...