Cocina con toques de autor en La Pradera, junto a Comillas

A la entrada de Comillas desde Cabezón de la Sal, tras haber dejado atrás el bosque de las secuoyas, hay una desviación que en poco más de dos kilómetros te conduce, por una carretera recién reacondicionada, a Ruiseñada. Un pequeño pueblo donde eligieron instalarse, por tradición familiar, Mónica Calderón y Borja Mier, una pareja de cocineros con experiencia, trayectoria y capaz de sorprender. La Pradera es un restaurante pequeño, ideal para el invierno y óptimo en verano cuando el tiempo permite aprovechar la terraza infinita cuando el tiempo lo permite. Todo ello frente a la iglesia San Adrián, que data de finales del siglo XV.

En un entorno tranquilo, el comensal puede aquí saborear una cocina de corte tradicional pero con toques de autor. Borja ofició con una estrella Michelin en Los Avellanos y Mónica, entre otros establecimientos, regentó La Molina. La combinación del talento de ambos da como resultado platos gustosos, bien presentados, donde, además del ingrediente principal, se juega con otras materias primas para proyectar al paladar matices, sensaciones, texturas... a partir de ingeniosas guarniciones.

La carta está ajustada con acierto a las características del local, pero ello no quita la posibilidad a que haya platos fuera de carta con producto de temporada. Este es el caso de unas alcachofas confitadas en aceite Arbequina acompañadas de una sutil salsa de foie, de una manzana asada en mantequilla con ajetes y de unos puntos que mantequilla de azafrán.

En la carta se advierte la predisposición a trabajar con producto de proximidad: anchoas de Santoña El Capricho, croquetas caseras con leche Cudaña, queso Trapa en tempura con mermelada de limón eco de Novales, rabas con mahonesa de ajo y perejil... Completan las especialidades en el capítulo de entrantes una ensalada tibia de bacalao, la cecina de buey de Esla, los mejillones gallegos en salsa marinera, las mollejas salteadas o las patatas gratinadas con cerdo, tomillo y queso, un plato que por sencillo que parezca no deja indiferente a nadie.

Los pescados varían según la oferta del día y en carnes hay siempre callos caseros, carrilleras de cerdo estofadas, costilla de cerdo asada y taco de entrecot.

Fuera de carta, el día de la visita se proponía, además de las alcachofas, el lingote de foie con praliné de almendras, quesucos de Cantabria, fabes con jabalí, merluza rellena, chipirones a la plancha, almejas y solomillo de ciervo con boletus edulis.

De los postres, cualquiera es recomendable: brownie templado con piña confitada y chocolate blanco, hojaldre con crema de mantequilla y almendras, espuma de yogur con miel Fuente del Corzo y tarta de queso fresco al horno con compota de arándanos.

Dirección: Barrio El Cueto nº 67. Ruiseñada (Comillas).

Teléfono: 722 25 92 08.

Propietarios: Mónica Calderón y Borja Mier.

Inaugurado: Junio de 2022.

Jefe de cocina: Borja Mier.

Sala: Mónica Calderón (también apoya en cocina).

Estilo de cocina: Tradicional.

Precio medio: 30 €.

Capacidad: 24 comensales.

Terraza: Unas 50 plazas en temporada alta.

Horario: De 11.00 h. a fin de cenas.

Cierra: En temporada baja, de lunes a miércoles. Atiende servicios de almuerzo de jueves a domingo y servicios de cena las noches de viernes y sábado, salvo reserva para otros días.

Café: Dromedario. Bodega: 20 referencias.

Aparcamiento: Sí.

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