Los capítulos de las cofradías gastronómicas cántabras y sus fiestas volverán este verano

El año 2020 figura en blanco en el almanaque de las cofradías gastronómicas de Cantabria. Asociaciones, algunas de ellas con muchas décadas de actividad, que pretenden fomentar los productos y los platos de distintas comarcas de la región. Capítulos, reuniones, comidas de socios, ferias con productores, mercados... Todo se suspendió hasta más ver por la pandemia del covid que azotó al mundo. 2021 no parece que vaya a ser una excepción para algunas cofradías. De hecho han echado el cierre, en especial aquellas que tenían actividades programadas hasta julio, hasta que la situación sanitaria vuelva a ser propicia. Este verano pues será el punto de partida de una nueva normalidad para algunas de estas asociaciones, deseosas de poder llevar a cabo las actividades que han quedado dormidas en el cajón durante muchos meses. Entre ellas los siempre esperados capítulos y la toma de posesión de nuevos cofrades y el nombramiento de cofrades de honor y de mérito. Otras, sin embargo, esperan al 2023 para retomar el camino.

Fernando Andonegui es el presidente de Fecoca, la federación que acoge a todas las cofradías de la región. «Llevamos dos años sin hablar y eso que se ha creado alguna nueva sociedad, como la del cocido. Queremos tener una reunión tras un congreso internacional al que asistiremos, en Verona (Italia)», señala Andonegui que además es vicepresidente de la federación nacional (Fecoes). Este directivo de la Cofradía de la Anchoa se encarga, a través de la federación, de dar a conocer nacional e internacionalmente los productos más destacados de nuestra región.

En 2020, la Academia de la Gastronomía de Cantabria pudo, al menos, entregar sus premios anuales. Después, la actividad de la entidad que preside Javier Hernández de Sande quedó paralizada. «No nos hemos vuelto a reunir. Teníamos en mente hacer un libro del Camino, aprovechando que éste es Año Jubilar, con información de dónde comer y promocionar además los productos de cada lugar de paso. Ahora seguimos pendientes de la evolución de la pandemia», señala Hernández de Sande. La Academia está formada por una decena de personas. «Somos un grupo pequeño en el que todos podemos hablar y escucharnos», dice el presidente.

Los miembros de la Cofradía del Queso de Cantabria se reunieron el pasado jueves para abordar este verano una serie de actividades que esperan desarrollar, si las condiciones sanitarias lo permiten. Ya trabajan en la edición de un recetario de la cocina con queso. «Queremos también –señala Miguel Ángel Díaz, gran maestre– en los últimos días de junio o primera quincena de julio, hacer un capítulo extraordinario y restringido para tomar juramento a seis queseros, que esperan desde el año pasado a ser cofrades».

Además, «estamos pendientes de poder celebrar los días 6, 7 y 8 de agosto, como es habitual en la Plaza de Pombo, la Feria de los Quesos de Cantabria Ciudad de Santander. La consejería y el ayuntamiento ya tienen conocimiento de ello».

En la segunda quincena de septiembre, representantes de la Cofradía de 'Los Esteros', de Cádiz, se desplazarán a Cantabria para hermanarse con la Cofradía del Queso. «Vendrán unas quince personas, con el cocinero Pepe Oneto, cocinero y docente culinario, comunicador gastronómico en radio, televisión, prensa escrita e Internet y colaborador habitual de la COPE. Están muy ilusionados con este encuentro», señala Miguel Ángel Díaz.

Finalmente, en octubre, esta cofradía quiere desplazarse hasta Madrid para seguir con la campaña de presentación de los quesos de Cantabria en todas las casas regionales. «Desfilar por la Plaza Mayor con albarcas es todo un espectáculo. Aprovecharemos el viaje para conocer la tienda que han inaugurado en el Mercado de San Miguel los hermanos Alonso, de Quesoba».

A propuesta de Miguel Ángel Díaz, se quiere poner en marcha el año que viene la llamada Cofradía Junior, que pretende atraer a chicos y chicas, hasta los 21 años de edad, al mundo de los quesos cántabros. Cofrades a los que no se les cobraría cuota alguna.

Una de las cofradías más antiguas de la región es la de la Anchoa de Cantabria. Tino Sampedro, su presidente, está muy motivado para retomar las actividades que quedaron en el olvido en 2020. Coincidiendo con el primer sábado de mayo, y como uno de los actos principales de la Feria de la Anchoa que se celebra en Santoña, esta cofradía ha desarrollado hasta ahora su Gran Cabildo, en el que además de invitar al resto de las agrupaciones gastronómicas, se tomaba juramento a los nuevos socios. Hay ya 50 personas esperando a realizar esta ceremonia. Según Sampedro, «son hombres y mujeres que se han dirigido a nosotros, no los hemos llamado». En contacto permanente con el Ayuntamiento de Santoña, la cofradía quiere en este 2021 organizar su capítulo en septiembre. «Creemos que en ese mes las cosas estarán mejor, que las vacunas hayan hecho su cometido. Aprovecharemos el final de las fiestas de la Virgen del Puerto y así favoreceríamos a la hostelería y al propio sector. También haríamos la comida del Gran Cabildo en la lonja de Santoña, cumpliendo los requisitos que establezcan las autoridades sanitarias. No hay un local más ventilado que éste.», señala el presidente. «Queremos, además, –dijo– volver a retomar el concurso de pinchos que organiza El Diario Montañés, cuya segunda edición se suspendió por la pandemia del covid».

La Cofradía del Hojaldre de Torrelavega quiere reactivar la actividad y espera celebrar el Gran Capítulo en agosto, coincidiendo con la Gala Floral y el final de las Fiestas de la Virgen Grande. Para ello, necesita saber si el Ayuntamiento celebrará estos eventos, sin fecha por el momento. Valvanuz Fernández, secretaria de la cofradía asegura que «vamos viendo cómo evolución esto día a día. Las expectativas son buenas pero vamos a actuar con prudencia. El Ayuntamiento organiza también, todos los años, la Feria del Hojaldre, con la que colaboramos, y tampoco sabemos qué va a pasar con ella». El año pasado, esta sociedad no pudo realizar ninguna actividad. Ni la fiesta de San Andrés, con una comida que sí espera poder llevar a cabo el próximo 30 de noviembre.

El Zapico, una sociedad gastronómica que investiga aquellos productos y recetas más tradicionales de Cantabria, se ha visto muy perjudicada por el parón que comenzó en marzo del pasado año. Juanjo García, su presidente, cuenta que han tenido que abandonar el local que tenían alquilado como sede para hacer sus reuniones, cocinar y organizar cursos. Así todo, el escritor Pedro Arce y el propio Juanjo están trabajando en una nueva publicación, en esta ocasión dedicada a los arroces, con un total de unas 70 páginas. «Es un tema que nos ha sorprendido. Cantabria es la segunda comunidad que más arroz consume, después de la Valenciana», presume.

En la Cofradía del Tomate y el Pimiento de Ampuero, en 2020, pudieron sus miembros hacer algún viaje, pero dejó sin celebrar sus principales citas. Además se presentó su logotipo, obra de Juanjo Viota. Este año no podrá tampoco desarrollar su capítulo, que dejan para el verano de 2022. Eso sí, actividad tiene programada para el 31 de julio y el 1 de agosto.Aurelio Juárez, presidente de la cofradía dice que «el consejero Guillermo Blanco nos ha encargado hacer una feria gastronómica, que sería la primera de la Huerta de Cantabria, con todas aquellas verduras de Ampuero y aledaños, apoyados por un show cooking y folklore regional».

Si las condiciones sanitarias lo permiten, la Cofradía del Bonito del Norte, en Colindres, llevará a cabo su capítulo anual. La fecha prevista es el 3 de octubre. Podrán asistir, según su presidente, dos personas por cofradía y se celebrará con una comida en el Parador de Limpias. También en cartera están aquellas visitas y reuniones que no pudieron llevar a cabo el pasado año. Esta cofradía que preside Sergio Valle, cuenta con 31 socios.

También a la espera está la Cofradía del Respigo, de Laredo. En 2020 no hubo actividad. Este año, el 8 de diciembre, Día Mundial de este vegetal, como ha sido hasta ahora, y en colaboración con el ayuntamiento, está en mente de sus cofrades celebrarlo. La agrupación que preside Miguel Ángel Aja se constituyó el 13 de mayo de 2001, con 16 socios. Hoy en día son ya 23. En 2008 celebró su primer capítulo a escala nacional. Desde 2003 organiza con la Escuela de Cocina del IES Fuente Fresnedo unas jornadas dedicadas al respigo y que se suspendieron en 2020 y este 2021.

La más joven de las cofradías cántabras es la de los Cocidos, que preside Gabriel Argumosa, en marcha desde agosto de 2020. El pasado año tan solo pudo presentar un libro sobre estos platos típicos de la región en el Ayuntamiento de Torrelavega, obra de Pedro Arce. «La semana que viene nos llegarán las capas (negras) y los sombreros (marrones) de nuestro uniforme y nos las entregarán en julio, en el local que el Ayuntamiento de Torrelavega nos ha cedido en el Mercado Nacional de Ganados. Nuestra intención es celebrar el 28 de septiembre el capítulo en el Teatro Concha Espina».

Si la pandemia lo permite, la Cofradía de la Nécora, de Noja, celebrará su capítulo. «Si no somos 300, seremos 100, aunque estoy convencido de que lo vamos a celebrar como estaba previsto, con el nombramiento de nuevos cofrades de número, más uno de honor y dos de mérito», dice su presidente, Miguel Fernández Gándara.

• Temas
• Cofradía de la Anchoa
• Cofradía de la Nécora
• Cofradía del Queso de Cantabria
• El Diario Montañes
• Cantabria
• Santoña
• Cádiz
• Escalante
• Argoños
• Verona
• Ampuero
• Gastronomía
• Gastronomía de Cantabria
• Cultura gastronómica
• Cantabria en la Mesa