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La sidra en Cantabria tiene en la figura de Javier Tazón un referente y no solo por el granito de arena, no pequeño, que puso en su momento para que no se esfumasen definitivamente los vínculos con esta bebida con una larga historia, sino por ... su legado escrito que vio la luz en el año 2007 de la mano de la editorial Cantabria Tradicional. Me refiero a la publicación del libro 'El Trujal, historia, leyendas y notas sobre la sidra en Cantabria', un auténtico manual de consulta para profundizar en el tema. Ahora, 15 años después, este abogado cántabro (1953), prolífico escritor de novelas, regresa con otra interesante aportación para la sidra. Se trata de unas «memorias sidreras», un libro cuyo título parafrasea en el la obra de Neruda, 'Confieso que he vivido'.
Para la tarde de ayer, en el contexto de la Fiesta de la sidra de Escalante', se programó en la casa consistorial de este municipio sidrero la presentación de este trabajo de Javier Tazón, 'Confieso que he bebido... sidra', edición propia con una simpática portada con ilustración de Íñigo Ansola, colaborador de El Diario Montañés.
En palabras del propio Javier Tazón, en estas memorias, «en formato coloquial, auténtica narración oral consolidada en texto, relato historias que he contado mil veces en las sobremesas de Escalante. Todas verídicas, aunque parezcan inverosímiles: desde confusos y divertidos encuentros con lo más granado del abertzalismo vasco sidrero, hasta contactos casi místicos con los sidreros gallegos, misteriosos viajes a Asturies —pues todos los sidreros cántabros escanciamos colocándonos en dirección a Nava, tanto respetamos a nuestros vecinos— y el robo del Códex Calixtinus y su relación con la sidra». Y continúa Tazón ofreciendo una aproximación a esta obra de fácil y amena lectura diciendo que «te aseguro que nos han sucedido cosas de lo más extrañas, tanto que parecen inverosímiles, pero aún así, ahí van todas, resumidas en esta humilde obra de tinte tragi-cómico».
En sus relatos sidreros, el autor siempre recuerda el trabajo realizado a comienzos de este siglo para «recuperar un producto en Cantabria del que los vascos y asturianos, sobre todo estos últimos, pensaban que tenían el monopolio». Y, con la perspectiva que dan los años, el balance es satisfactorio, porque «lo cierto es que ahora en Cantabria encuentras sidra en todas partes, cosa que en 2020 era imposible. Pedir sidra en un bar era entonces como pedir calvados o caviar turco, hoy es normal o incluso frecuente».
Desde su primer libro sobre tema sidrero, el citdo 'El Trujal', Tazón ha escrito una veintena de ficciones:'El Cartógrafo de la Reina' (Kattigara 2010);'Las Rutas del Norte' (Kattigara 2011);'El Mapa perdido' (Kattigara 2014);'Scala, la leyenda de un pueblo' (Kattigara 2014);'Cantabromaquia' (Kattigara 2014);'Cornelia de Gades' (Pàmies 2017);'La estela del Cartógrafo' (Librucos 2017);'Santander, la marinera'(Valnera Literaria 2018);'Sangre Pasiega' (Librucos 2019);'La Estirpe de Velarde' (Valnea Literaria 2019);'Pandemia 2020' (Amazon 2021);'Más temibles que Aníbal' (Amazon 2021);'El destino en la puna de un bolígrafo' (Amazon 2021);'Huesos Santos' (Amazon 2021);'Los monos de Benarés' (Amazon 2022);'Historia Paranoica de Cantabria' (Amazon 2022);'Pandemia 2021. El lago de Narciso' (Amazon 2022);y 'El inspector, el pajero y el tierno' (Amazon 2022).
Recopilación personal
A lo largo de casi cuarenta relatos cortos y 274 páginas, Tazón recuerda anécdotas, vivencias, nombres de protagonistas en la brega recuperación y promoción de la sidra de Cantabria, viajes, fiestas..., y lo hace con el apoyo de fotografías, que tienen el valor documental de ser una recopilación personal sin un afán artistico pero sí emotivo.
No faltan en el libro referencias a la fiesta de la sidra de Escalante, a la Cofradía de la Sidra y a la tarea desarrollada desde 2010 por Jesús Gómez Solórzano desde la firma Sidra Somarroza. En palabras de Tazón:«Cuántas veces se lo dije a este insigne industrial cántabro: Jesús, sin duda yo, Javier, he sido tu precursor, el que anunciara tu llegada, un mero Juan Evangelista. Este hombre fue, en realidad, el fundador del mercado sidrero de Cantabria, el diferenciador y el auténtico creador de un mundo empresarial, que hoy es toda una realidad».
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