El consumidor elige Santoña como lugar con anchoas de mayor calidad

La anchoa, uno de los productos más icónicos e identitarios del sector agroalimentario en Cantabria, carece aún de un sello de calidad europeo que pudiera darle más visibilidad y oportunidades en mercados nacionales e internacionales. El debate abierto desde hace más de una década sobre la conveniencia de impulsar una Indicación Geográfica Protegida está enquistado porque los diferentes fabricantes, que son a fin de cuentas quienes deben formular la petición e impulsar el expediente que tramitará el gobierno regional primero y luego el gobierno central ante la Unión Europea, tienen en ocasiones intereses contrapuestos. No todos efectúan la transformación del bocarte en filetes de anchoa en la región y algunos creen que un sello de calidad como éste, que no podrían lucir si efectúan la maquila en Albania, Marruecos o Túnez, por ejemplo, les puede perjudicar.

En los últimos años, la administración regional se ha brindado a 'acompañar' a los productores en este camino que no es sencillo ni rápido, pero nuevamente el 'tope' se ha encontrado en qué nombre darle a la IGP. No hay una fórmula que contente a todos. ¿Anchoas de Santoña? ¿Anchoas de Cantabria? ¿Anchoas de la bahía de Santoña? ¿Anchoas del Cantábrico?

Para ayudar a desenrollar el 'ovillo', la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación encargó al Departamento de Administración de Empresas de la Universidad de Cantabria un 'Estudio de mercado sobre la percepción y reconocimiento del origen en la producción de anchoa en Cantabria para el desarrollo de una IGP. Y los resultados no pueden ser más concluyentes.

A partir de técnicas actuales de marketing aplicadas a encuestas –a consumidores y empresas– y a entrevistas personalizadas a profesionales del sector, el equipo liderado por el catedrático Ángel Herrero concluye que la IGP para la anchoa en Cantabria es de gran interés tanto por el impacto positivo que puede tener sobre el negocio como por el mayor reconocimiento que obtendrá el producto por parte de los consumidores. Además, el estudio expresa que una IGP abre un abanico de oportunidades como un mayor desarrollo del turismo gastronómico, una mayor fluidez para la colaboración con otras marcas y productos gourmet, para diferenciarse en los mercados internacionales y para fomentar una sostenibilidad y certificación de prácticas responsables como valor añadido.

Y sobre el 'apellido' que debe acompañar a la IGP de Santoña, los consumidores eligen Santoña, porque la reconocen como la localidad con anchoas de mayor calidad. Sin embargo, las empresas encuestadas (un total de 28) tienen como primera opción 'Anchoas de Cantabria' (7,8 sobre 10), situándose a continuación los nombre de 'Anchoas de Santoña' (6,1) y 'Anchoas de la Bahía de Santoña (2,7).

El grueso del estudio está dedicado a obtener datos a partir de las encuestas realizadas a un total de 1.002 ciudadanos de las diferentes regiones españolas con la proporcionalidad y rigor que exigen este tipo de análisis para recabar tendencias de opinión.

Después de advertir que el 84% adquieren anchoas preferentemente en supermercados (53% en hipermercado, 25% en tiendas de alimentación, 17% en tiendas gourmet y un 4% 'on line') y que el 54% adquiere anchoas al menos una vez al mes (y un 11% dos o más veces al mes), el estudio señala que la inmensa mayoría elige el 'Cantábrico' como la primera opción en cuanto a la calidad de las anchoas (88% frente al 7% del Mediterráneo).

'Cantabria' es reconocida por el 81% de los encuestados como la región con anchoas de mayor calidad en España. Por detrás, a gran distancia, está Cataluña (6%), Asturias (5%), Galicia y País Vasco (3%).

Y 'Santoña' es elegida como la localidad cántabra que, de forma espontanea, más se asocia a las anchoas de más calidad en Cantabria (60%). A continuación salen los que no saben/no contestan (26%) y después, de forma curiosa o testimonial Santander (9%), Laredo, San Vicente de la Barquera, Castro Urdiales y Santillana del Mar (1%).

Abunda el estudio a la hora de preguntar a los consumidores cuál es la localidad cántabra con las anchoas de mayor calidad. Y en este caso, Santoña alcanza como primera opción el 85% de las respuestas. A continuación se posicionan Castro Urdiales (7%), Laredo (6%) y Colindres (2%).

En cuanto a marcas, Consorcio se erige en la primera en cuanto a reconocimiento espontáneo de marcas de anchoas.

Los participantes en la encuesta también expresan valoraciones muy positivas sobre las anchoas con origen en Cantabria, destacando el buen sabor, la alta calidad y la gran tradición. También se muestran a favor de comprarlas o volver a comprarlas, así como de recomendarlas a amigos y familiares. Finalmente, también son de la opinión de que son saludables y sostenibles.

Y, aunque la mayor parte de personas no conocía el significado de IGP, tras explicárselo creen que la contribución de la IGP al valor de las anchoas se estima de forma relativamente positiva porque aumenta la notoriedad de éstas, mejora su imagen, refuerza su calidad, favorece la intención de compra y aumenta la frecuencia de adquisición.

Todas las empresas que han participado en el estudio reconocen saber lo que es la IGP. Y es más, el 79% se muestran dispuestas a integrarse en la IGP 'Anchoas de Cantabria', entre otras variables, porque reconocen mayoritariamente que esto tendrá un impacto positivo en su negocio. El 79% de las empresas consideran que la implantación de la IGP tendría un impacto positivo en sus ingresos y el 77% estima que su facturación aumentaría entre un 10 y un 20% mientras que un 14% prevé un incremento superior al 20%.

También más de la mitad estiman que la IGP ayudará a crear de empleo (61%). Y en el caso del 46% prevén un aumento en sus márgenes de beneficios con la IGP –un 54% del 10 y al 20%–.

Los principales obstáculos y desafíos que advierten los responsables de las empresas para lograr una IGP son la resistencia en el sector; la normas de producción y elaboración fuera de la región; el cumplimiento de normativas y burocracia; la competencia internacional; y la gestión de la cadena de suministro.

Son las propias empresas las que se tienen que unir y dar un paso adelante para poner el marcha la 'maquinaria administrativa' a sabiendas que contarán con el respaldo de la Consejería de Desarrollo Rural para presentar el expediente en Madrid y en Bruselas. La oportunidad está ahí y, aunque los retrasos en la toma de decisiones han sido un lastre para el propio sector, ahora no hay disculpas ya que un estudio en profundidad, serio y riguroso avala que hay más aspectos positivos que negativos. Cada empresa es libre de adherirse, pero lo que no puede es interferir. Y si IGP Anchoas de Santoña no gusta, existe la opción de plantear por su parte otras opciones, por ejemplo IGP Anchoas de Laredo o IGP Anchoas de Castro Urdiales.

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