La Conveniente, una bodega para volver a visitar en el centro de Santander

La Conveniente, Vinos y Comidas, es uno de los negocios de hostelería más singulares y auténticos de Santander. Sus instalaciones nos permiten viajar al pasado, a un momento en el que los vinos se vendían a granel y en el que las bodegas urbanas jugaban un papel decisivo en el abastecimiento de la población y de los pocos negocios de restauración existentes. Se trata de un lugar al que no importa volver como cliente, un sitio para enseñar a quien no lo conozca todavía y un mesón al que llevar a cenar a ese grupo de personas de fuera de la ciudad, amigos o familiares, que nos visitan en cualquier época del año. Amenizada con la música en directo a cargo de un pianista que se sitúa en una plataforma por encima del salón-comedor, la experiencia es para recordar, aunque la propuesta aquí tenga un carácter informal, una base tradicional y una línea continuista.

Dicen que lo que bien funciona no hay que cambiarlo. Y esto ocurre en La Conveniente desde que se convirtió en restaurante en 1981; en unos días cumplirá 42 años. Su origen como bodega se remonta a 1901 y de aquella época quedan los grandes depósitos. Posteriormente, en la parte superior se instaló una bodega para varios cientos de bodegas, algunas de las cuales, una selección de reservas de Rioja clásicos brillan con luz propia en la carta.

La Conveniente es un sitio para compatir, para probar diferentes especialidades. Y esto es más fácil gracias a que la mayoría de las raciones se pueden pedir en formato de media ración.

En la oferta fría destacan los patés (con setas, de finas hierbas, de pimiento e hígado de pato); los ahumados (lomos de bacalao, salmón especiado y trucha); los embutidos (cecina en aceite, chorizo, lomo, morcón y salchichón ibéricos, y jamón de pato); y las conservas, desde anchoas hasta pimientos de piquillo y anchoas, boquerones, espárragos de Calahorra y ventresca en aceite).

Como novedad, pensando en los turistas, se ofrece la posibilidad de adquirir para llevarse un octavillo de anchoas de Santoña a un precio muy equilibrado, 6,80 euros.

Aunque la carta de La Conveniente es estable, en temporada de mayo a septiembre, es posible encontrar tomate de Cantabria –que se sirve con una cebolla picada y aceite– y pimientos de Padrón. En cocina son nuevas las alitas tex-barbacoa, que se suman a otras recientes incorporaciones como los caracoles de Cantabria guisados o los callos.

Los fritos son seña de identidad de la casa, existiendo la posibilidad de degustar todos ellos en una ración de fritos variados: croquetas, empanillas de bonito, huevos con bechamel, morcilla de Burgos, pechuguitas con bechamel y rollos conveniente.

Un servicio y una cocina ágiles son capaces de ofrecer un servicio preciso al cliente. En el caso de la cocina, también preparan picadillo de lomo, pimientos de piquillo en ensalada o con morcilla.

A la hora de beber, el cliente podrá decantarse por las clásicas frascas de vino, por las jarras de sangría o cerveza o por un vino más 'serio' de la carta. En este caso, dado que esta casa no tiene postres, lo mejor es terminar con una tabla de quesos: picón, Áliva, azul, manchego, nata, cabra, semicurado... Para volver...

Dirección: C/ Gómez Oreña 9.

Teléfono: 942 212 887

Inaugurado: La bodega, en 1901. El restaurante, desde el 7 de julio de 1981.

Estilo de cocina: Tradicional

Precio medio de la carta: 15-20 €.

Menús: No.

Capacidad: 120 comensales.

Terraza: No.

Horario: De 19 h. a media noche.

Cierra: Domingo.

Bodega: Más de un centenar de referencias, algunas antiguas, procedentes de la histórica colección de la propia bodega, que se pueden contemplar en la zona superior.

Aparcamiento: Zona de OLA y aparcamiento subterráneo más próximo en la plaza de Pombo.

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