Elegantes platos en el acogedor comedor de La Capitana en Castelar

Cuando en mayo de 2019 María Ángeles Calvo abrió en la calle Castelar el restaurante La Capitana, en un local donde antes hubo otros negocios de hostelería, nadie se podía imaginar que una pandemia iba a azotar a la hostelería como ha sucedido. La también responsable de Casimira Cosas de Picar (C/Casimiro Sainz 8), no obstante, ha logrado salir adelante gracias a una cuidada puesta en escena tanto de las instalaciones del restaurante (un agradable y cálido comedor interior y dos espacio de terrazas cubiertas y con vistas a Puertochico) como gastronómica.

En este caso, La Capitana cuenta con la participación y la experiencia del chef Fernando Sainz de la Maza, que ha diseñado una carta donde tienen un especial protagonismo los productos de temporada y en la que no faltan las materias primas de proximidad. A todo ello hay que sumar una esmerada presentación de cada uno de los plato y una carta de vinos muy completa y bien estructurada. El conjunto convierte a La Capitana en un escenario propicio para comer o cenar tanto a la carta –con un precio medio de 45-55 euros– como con el menú ejecutivo que se ofrece al mediodía de martes a viernes a un precio de 35 euros.

Con la llegada del invierno y el cambio de temporada, la carta de La Capitana está mudando algunos platos. Como novedades y sugerencias destaca un plato de cuchara como los garbanzos con carabineros; los calçots con su característica salsa romescu o unas deliciosas alcachofas confitadas y acompañadas de jamón ibérica y un huevo poché sobre una base de crema de zanahoria. El tomate de Cantabria o el bonito dejan paso ahora a platos más apropiados para días en los que apetece algo de cuchara.

Sin embargo, en la carta hay especialidades que tienen tanta aceptación que se han convertido en imprescindibles. En el capítulo de entrantes tienen muy buena acogida la cecina de cebón, las almejas a la sartén, las rabas, el salpicón de marisco, la ensaladilla de bonit o y langostinos, el tartar de salmón con guacamole, las croquetas de jamón o los callos estofados con jamón. En el caso de los canelones de pato gratinados con salsa de trufa y brotes verdes, hay quien se decanta por ellos como plato principal.

En la cocina de Sainz de la Maza las verduras siempre tienen mucho que decir. Lo hemos visto con las alcachofas y con los calçots, pero en la carta hay más referencias como unos finos puerros tiernos con tomate cherry y langostinos al ajillo. La parrillada de verduras con aliño de trufa o la ensalada de pimientos asados con aguacate, cebolla confitada, puerros y bonito son otras opciones. Además hay un arroz con verduras y otro con almejas que son el preámbulo de los platos principales.

En este caso, el chef pone el foco tanto en el punto de la materia prima principal como en las guarniciones, complejas, con varios elementos que embellecen el plato y proporcionan matices. Lenguado a la plancha, bacalao fresco, merluza asada con calamar, tacos de rape rebozados, lubina asada son algunas interesantes propuestas, salvo que la decisión mire a la carne: lomo alto de rubia gallega, solomillo a la broche o strogonoff (con setas), steak tartar o carrilleras de cerdo ibérico estofadas.

Los postres mantienen el alto nivel general de la cocina con propuestas clásicas bien ejecutadas.

Dirección: C/ Castelar 5. Puertochico, Santander.

Teléfono: 942 223 975.

Propietaria: María Ángeles Calvo

Nueva dirección desde: Mayo de 2019.

Jefe de cocina: Fernando Sainz de la Maza.

Sala: Equipo de sala.

Estilo de cocina: Tradicional, de mercado, con algunos toques de autor.

Precio medio de la carta: Entre 45 y 55 euros.

Menú ejecutivo: 35 euros. De martes a viernes.

Capacidad: 50 comensales.

Terraza: 50 plazas en dos espacios.

Horario: De 13.00 horas a fin de almuerzos y desde las 20.00 horas a fin de cenas.

Cierra: Domingo noche y lunes. Cierra quince días por vacaciones en febrero

Bodega: Unas 200 referencias.

Café: Dromedario.

Wifi: Sí.

Aparcamiento: Subterráneo de Castelar.

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