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Dulces o saladas, las empanadillas son un bocado que admite todo tipo de rellenos. DM
Empanadillas, el resurgir de un bocado de los de siempre

Empanadillas, el resurgir de un bocado de los de siempre

La Penilla ·

La fábrica cántabra de Nestlé volvía a la producción de estas obleas en noviembre tras seis meses sin existencias

Saray Ceballos

Santander

Viernes, 17 de enero 2025, 14:52

Atún, tomate y huevo cocido –las aceitunas es una cuestión de gustos y herencias–. Un jugoso relleno que contrasta con la textura crujiente de la masa en la que se presenta. La empanadilla es auténtico icono de la cultura gastronómica, de la de siempre, de la que recuerda a hogar. Porque, ¿quién no se acuerda de esas cenas de cuando éramos niños donde las empanadillas de bonito eran un imprescindible? Toda una delicia que allá por los años ochenta era un habitual de la cocina doméstica, pero también de bares y restaurantes donde compartía popularidad con las tan afamadas croquetas.

Con el paso de los años y los cambios en los hábitos sociales, la aparición de los productos congelados –donde la empanadilla también tuvo su versión– y la demonización de los fritos llevaron a este bocado a sus años más bajos de prestigio y notoriedad.

Sin embargo, la versatilidad y el potencial de este bocado de origen árabe –para conservar la comida durante sus viajes, envolvían la carne de cordero o pollo en pequeñas porciones de masa de harina de centeno y de trigo– lo han llevado a su resurgir.

La crisis de la masa

En mayo de este pasado 2024, las redes sociales volvieron a servir de altavoz para demostrar que este clásico renovado seguía teniendo sus adeptos. La rotura de stock de la masa de empanadillas que el grupo de Nestlé elabora en su fábrica de La Penilla, trajo un gran revuelo entre gran parte de la población que mostraba su preocupación e incluso indignación por la ausencia de estas tradicionales obleas en los lineales de los supermercados. El motivo, tal y como explicaron sus artífices, no fue otro que la falta de abastecimiento de una harina de calidad que cumpliera con sus especificaciones técnicas para garantizar las cualidades de sus productos.

Una escasez que parece haberse solventado. Y es que tras seis meses de ausencia, el pasado mes de noviembre Nestlé anunciaba que su fábrica cántabra regresaba a la producción de estas obleas para su posterior distribución y, por lo tanto, comercialización en los diferentes puntos de venta de toda España.

¿Dulce... O salado?

De chocolate y avellanas

De chocolate y avellanas

Ingredientes: 16 obleas, 100 gr. chocolate negro, 50 ml. nata para montar y 35 gr. avellanas tostadas. | Elaboración: Calentar la nata, cuando empiece a hervir, retirar del fuego, añadir el chocolate y remover hasta que se funda. Picar y añadir las avellanas. Dejar enfriar a temperatura ambiente, removiendo de vez en cuando. Rellenar y hornear.

De manzana y canela

De manzana y canela

Ingredientes: 12 obleas, 3 manzanas Golden, 1 cucharada de mantequilla, ½ cucharadita de canela, 60 gr. azúcar moreno. | Elaboración: Derretir la mantequilla en una sartén y cocinar a fuego suave junto a las manzanas en daditos y el azúcar hasta que estén caramelizadas. Añadir la canela. Dejar enfriar, rellenar las obleas y hornear.

De salmón y espinacas

De salmón y espinacas

Ingredientes: 16 obleas de hojaldre, 200 gr. salmón, 200 gr. espinacas y una cebolla | Elaboración: Picar y sofreír la cebolla. Cuando esté pochada, añadir las hojas de espinacas troceadas y el salmón en daditos. Salpimentar y rehogar durante un par de minutos. Cuando se enfríe, rellenar las obleas y hornear.

De rabo de vaca

De rabo de vaca

Ingredientes: 500 gr. rabo de vaca confitado, 2 cebollas medianas, 80 gr. queso mozzarella y obleas | Elaboración: Hornear el rabo de vaca, desmigar su carne y mezclarla con parte de su jugo y la cebolla previamente caramelizada. Dejar que se enfríe y colocar en las obleas con queso rallado. Freír en abundante aceite u hornear.

Bocado versátil

Este tipo de obleas ya precocidas aporta a las empanadillas uno de sus mayores valores gastronómicos: su sencillez a la hora de elaborarlas. Contar con esta masa fina y hojaldrada, de forma redondeada y hecha a base de harina, aceite, sal, leche, levadura y huevo, facilita la rapidez de su preparación, poniendo el foco de la receta en el relleno.

Aquí, las posibilidades son infinitas. Las empanadillas admiten prácticamente de todo y, aunque las más populares sean esas de atún con huevo duro y tomate que anhelábamos al principio, o incluso las de carne, lo cierto es que pueden llevar cualquier tipo de productos. Así, desde mariscos y pescados, quesos, embutidos o verduras, hasta fruta, chocolate, mermeladas o membrillos, en su versión más dulce, el límite reside en la creatividad de quien las elabora.

Las técnicas para el cocinado también aportan versatilidad al bocado. Tradicionalmente, sumergirlas en abundante aceite, bien en la sartén o en la freidora, ha sido siempre la opción más común. El método contribuye a lograr esa textura crujiente y hojaldrada a la masa.

Pero en realidad hoy en día hay otras alternativas que consiguen ese mismo resultado final, evitando el aspecto grasiento que le da el aceite. De esta forma, hay quien elabora las empanadillas en el horno o en la freidora de aire caliente. El método de preparación es el mismo a la hora de elegir y elaborar el relleno, aunque en este caso es la aplicación de calor seco la que permite alcanzar también ese tono dorado y esa textura crujiente, en un bocado quizás más ligero y saludable.

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